Algueró instó a "abordar refomas estructurales" como una "tarea urgente" para no llegar a "abandonar definitivamente el camino de Europa", al margen de "los movimientos especulativos que toda crisis monetaria lleva consigo".

En su opinión, "se necesita una reforma en profundidad del sector público, donde la ineficiencia y el déficit dejen de ser nuestras constantes vitales crónicas", ya que, "de lo contrario, ni los mercados internacionales ni nuestros propios inversores podrán creer en una España integrada en la Europa económica social y monetaria".