Los pesqueros españoles decidieron sumarse a la organización ecologista Greenpeace para luchar contra las redes de deriva ilegales que utilizan a menudo los pescadores italianos que faenan en agua españolas. Los pesqueros, capitaneados por la embarcación ecologista MV Artic Sunrise, rastrearon ayer la zona sur de Cabrera, en aguas de Baleares.

La flota española localizó esta madrugada cuatro pesqueros italianos que utilizaban redes de deriva de más de 8 kilómetros de longitud, cuando la legislación comunitaria sólo permite la utilización de redes de hasta 2,5 kilómetros. Los activistas de Greenpeace cortaron las redes de los italianos a bordo de pequeñas lanchas motoras, mientras los pescadore españoles las cargaban en sus embarcaciones y liberaban las capturas.

El portavoz de Greenpeace a bordo del MV Artic Sunrise, Ricardo Aguilar, confirmó hoy a Servimedia que "se produjeron momentos de gran tensión al principio porque los italianos lanzaron bengalas contra los barcos españoles cuando descubrieron la operación".

La flota española cortó varios kilómetros de redes de deriva. Los ecologistas ataron a las redes restantes figuras de delfines y tortugas de madera para "que los italianos e den cuenta del perjuicio que provocan cuando utilizan este tipo de arte", declaaró Ricargo Aguilar.

Los pescadores españoles exigen al Gobierno que presione a la Unión Europea para impedir que las embarcaciones italianas utilicen libremente este arte de pesca. Los pescadores aseguran que la pesca con redes de deriva supone un grave impacto sobre las poblaciones marinas.

Los pesqueros italianos utilizan redes de deriva para capturar peces espada en los caladeros del Mediterráneo. Según datos faclitados por Greenpeace, menos del 20 por ciento de lo que atrapan las redes son peces espada. La mayoría de las capturas son lanzadas al mar ya muertas, especialmente tortugas y cachalotes.