El niño nació en el verano de 1990 con la capaidad intelectual reducida al 27 por ciento, como consecuencia de una hidrocefalia originada, según fuentes médicas, por haber convivido durante al menos 15 días con un feto muerto.

Milagros Valero estaba embarazada de gemelos, unidos por un sólo cordón umbilical, lo que provoca un desarrollo desigual en uno de los dos fetos.

En la fase final del embarazo, Milagros fue ingresada en el Hospital Nuestra Señora de Alarcos, en Ciudad Real, donde se le practicó una ecografía y se comprobó que ambos fets estaban vivos.

Sin embargo, 16 días antes de que diera a luz se detectó que uno de los gemelos estaba muerto, por lo que se le provocó el parto y se comprobó que el feto llevaba 15 días sin vida, desde el día siguiente a que se le hiciera la ecografía.

Durante esos 15 días a la paciente no se le practicó ninguna prueba ecográfica, a pesar de que su tipo de embarazo aconsejaba realizar la prueba cada 24 horas, según señaló a Servimedia el abogado de la denunciante, Javier Panadero.

En la deanda se pide al Insalud que responda de la acción u omisión culposa, por la no utilización adecuada de los medios técnicos aconsejados por las circunstancias. Por su parte, el Insalud no ha reconocido los hechos denunciados.