La campaña ha conseguido ya el apoyo de varias personalidades del mundo académico norteamericano y un donativo de un millón de dólares por parte del empresario Rob Glasen, de la firma de software informático RealNetworks.

Según los promotores de esta campaña, un chimpancé puede comunicarse, mediante gestos y muecas, a un nivel casi igual al de un niño de tres o cuatro años, y éstos tienen estatus legal en los tribunales si algún tutor emprende acciones legalesen su nombre.

De la misma manera, alega el profesor de Harvard Steven Wise, los activistas dedicados a la defensa de los animales podrían ser habilitados para representar a los chimpancés ante un juez.

Las voces en contra de esta idea no han tardado en dejarse oir. Frankie Trull, presidente de la Asociación Nacional para la Investigación Biomédica, dijo que "lo que nos preocupa es la naturaleza cada vez más litigiosa de quienes creen que ningún animal debe ser usado para nada".