Según los especialistas, tras más de 20 años, dicho modelo está lo suficientemente maduro como para poder aplicarlo en todos los niveles para la atención a las personas vulnerables y en situación de dependencia como las personas con demencia. “La situación por la covid vivida desde principios de 2020, ha mostrado las fortalezas y debilidades de nuestro actual sistema de cuidados”, explicaron los expertos .

Para los geriatras, la situación de pandemia nos ha hecho conscientes de la necesidad de adaptar las políticas para preservar “los derechos de las personas mayores, especialmente aquellas que sufren dependencia, o van a sufrir dependencia con motivo de la situación cognitiva, y actuar teniendo presentes los preceptos de la bioética".

NUEVO MODELO DE RESIDENCIAS

Por otra parte, también está cambiando el modelo de atención en residencias con la creación de "unidades convivenciales". Según la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, cada vez son más los centros residenciales que aspiran a que sus residentes estén “libres de contenciones” físicas y farmacológicas.

Otros cambios se van produciendo en los hospitales, con la nueva la figura del trabajador social como parte importante del equipo sanitario. "Se están generalizando protocolos preventivos y de abordaje de problemas frecuentes en las personas con demencia durante su hospitalización (como delirium, deterioro funcional, caídas, malnutrición, depresión) y que tienen una repercusión negativa en la evolución cognitiva, funcional y de necesidades".

Por ello, por ejemplo, se han creado "protocolos de acompañamiento específicos" para facilitar el acompañamiento de las personas con demencia.