Los hechos por los que hoy fue juzgado el alcalde en el Juzgado de lo Penal de Pamplona ocurrieron el pasado mes de septiembre cuando Jesús Miguel Casas rechazó dos reqerimientos del delegado del Gobierno en Navarra, Jesús García Villoslada, para que colocara la bandera española en el consistorio, donde ondeaba la enseña vasca en solitario desde hacía un año y medio.

El Fiscal solicitó tres meses de prisión para el alcalde, mientras que la defensa pidió la libre absolución del encausado, al esgrimir como argumento fundamental que es un deber de alcaldía atender las decisiones mayoritarias del consistorio, que cuatro días antes aprobó por unanimidad de los cinco concjales de HB y los dos independientes, una moción que declaraba la independencia de Euskal Herria y acordaba que la ikurriña ondearía de forma permanente en la localidad.

En la vista oral testificó el dirigente de HB Tasio Erkizia, que en el momento en que sucedieron los hechos ostentaba el cargo de responsable de política municipal de la Mesa Nacional, y declaró que el órgano de dirección de la coalición transmitió a los ayuntamientos la necesidad de respetar las decisiones judiciales relacionadas con"la guerra de banderas", si bien realizó un llamamiento para que hicieran caso omiso a los requerimientos dictados por autoridades como los gobernadores civiles.

Al término de la vista oral, a la que asistieron los dirigentes de Herri Batasuna Mauricio Olite y Miren Egaña, varias decenas de personas, pertenecientes al colectivo "Bai independentziari" (Sí a la independencia), desplegaron una pancarta con el lema "Independentzia".