Cabe destacar que, mientras que Junts rechaza la medida, Esquerra es partidaria de la misma. El presidente de Pimec, Antoni Cañete, explicó que la medida es inasumible para las empresas más pequeñas, especialmente en sectores más vulnerables y en un contexto de “incertidumbre” internacional.

En su defecto, Cañete demandó mejorar el mercado laboral, favorecer la creación de empleo y mejorar la productividad para que con ello puedan mejorarse los salarios y las jornadas laborales vía negociación colectiva.

También reprobó que el refuerzo del control horario y la regulación del derecho a la desconexión digital se plantea de forma “coercitiva” para las empresas, cuando la “principal preocupación” de los ciudadanos no es la jornada laboral, sino tener mejores empleos y salarios.

Este no ha sido el único encuentro de este jueves sobre la reducción de la jornada pues, mientras este se celebraba en Barcelona, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, se reunió con Junts, partido que se mantiene en el ‘no’, lo que junto al PP y Vox hace inviable por el momento que pueda salir adelante la reducción de jornada de 40 a 37,5 horas semanales.