Almunia respondía así al jefe del Ejecutivo, José María Aznar, que acusó a los sociaistas de "encizañar" estas relaciones. "Encizaña un Gobierno que quiere tener dos posiciones contradictorias a la vez, y ese es el Gobierno de Don José María Aznar, que quiere estar a la vez con Pinochet y contra Pinochet".

"Quiere amparar a la vez los argumentos anticonstitucionales del señor Cardenal y del señor Fungairiño, que están en el origen de la politización del caso Pinochet en España y, a la vez, quiere quedar bien con una amplísima mayoría de la opinión pública española, que rechaza profunamente y por razones no ya políticas sino éticas argumentos anticonstitucionales y antidemocráticos", dijo Almunia.

"Como consecuencia de esta contradicción, que se manifestaba hace dos días con declaraciones del señor Fraga diciendo, más o menos, que Pinochet era una institución benévola, está una política errática y unas declaraciones contradictorias en relación a las autoridaes de Chile", argumentó el líder socialista.

Desde su punto de vista, son esas contradicciones y la "política errática" erivada de ella la que "ha empeorado hasta un extremo que nos preocupa a todos" las relaciones con Chile.

El líder socialista hizo estas declaraciones durante su visita al Centro Nacional de Biotecnología, y después de entrevistarse con el ministro de Interior británico, Jack Straw, quien, según explicó Almunia, no habló sobre este asunto por actuar en el procedimiento como órgano jurisdiccional.