A jucio de los socialistas, el Gobierno debe tramitar esa alegaciones, al igual que tramitó la extradición y "no se nos ocurre ninguna razón para que no haga porque las alegaciones son la continuidad natural de ese proceso de extradición".

El PSOE "siempre" ha tenido la sospecha de que el Gobierno "no estaba interesado en que el señor Pinochet viniera a ser juzgado a España y es posible que ahora podamos corroborar esas sospecha, y que al final el Gobierno se quite la careta y sepamos que los señores Fungairiño y Cardenal no actuaban sólos, sino que actuaban por interés del Gobierno".

Rubalcaba insistió en que al final de este proceso los ciudadanos podrán concluir que "el Gobierno nunca quiso que el señor Pinochet viniera a ser juzgado en España".

Sobre el argumento esgrimido por el Ejecutivo de que la tramitación sería una intromisión en el proceso judicial desarrollado en Gran Bretaña, Rubalcaba dijo que, si el Gobieno se ha limitado hasta ahora a cumplir con sus obligaciones, "ésta es un obligación más: si tramitó la extradición, lo lógico es que tramite las alegaciones".