La detención del pirómano fue posible gracias a la presencia de un testigo, miembro de la Federación Ecologista Pacifista aditana (FEPG), que vio cómo Luis Gutiérrez Corrales prendía fuego a unos matorrales y luego se daba a la fuga rápidamente.

El ecologista alertó a los guardas de la Agencia de Medio Ambiente (AMA) y del Instituto Andaluz de Reforma Agraria (IARA) para que sofocaran el fuego, pero éstos no atendieron su llamada de socorro.

La extinción del incendio fue posible gracias a la intervención de Ignacio Arévalo, ecologista y guarda del AMA que acudió con posterioridad, aunque no pudo impedir que las llams destruyeran un denso matorral de coscojas, lentiscos y madroños.

Posteriormente, el autor del incendio, que resultó ser un trabajador del Ayuntamiento de San José del Valle y de Algar, fue detenido por la Guardia Civil.

Tras estos incidentes, la FEPG denunció ante la Delegación de Gobernación de la Junta de Andalucía al pirómano y a la guardería del IARA, sin que hasta la fecha hayan recibido contestación.