Cultura

La placa de su galería y fotos personales componen el legado de Juana de Aizpuru en el Cervantes

Madrid
SERVIMEDIA

El Instituto Cervantes acogió este miércoles un homenaje a la galerista y fundadora de ARCO Juan de Aizpuru en el marco del cual se depositó un legado en la Caja de las Letras de la institución cervantina compuesto por la placa de la galería que desde 1983 se radicó en la madrileña calle Barquillo, 44 y por una serie de fotografías de la coleccionista con texto explicativo de cada una de ellas.

En el acto estuvieron presentes el director del Cervantes, Luis García Montero; el crítico de arte y exdirector del Cervantes Juan Manuel Bonet; la comisaria de exposiciones Gloria Moure; y Margarita de Aizpuru, hija de la galerista, quien no pudo estar presente en el homenaje que se le tributó, según informó la institución cervantina.

El legado, incorporado a la caja número 1300 de la Caja de las Letras del Cervantes y cedido a perpetuidad con destino a la Biblioteca Patrimonial de la institución, consistió en la placa de la galería que desde 1983 se radicó en la madrileña calle Barquillo, 44; y en una serie de fotografías de especial relevancia personal y profesional de Juana de Aizpuru, con texto explicativo.

En estas instantáneas, fechadas entre la década de 1970 y la actualidad, aparece Juana de Aizpuru con distintas personalidades del mundo artístico, como el comisario Chema de Francisco, el artista Pedro Cabrita Reis, el creador Yasumara Morimura o Dora García.

Estas imágenes recorren desde los años 70 hasta la actualidad, y en ellas aparece Aizpuru con distintas personalidades del mundo artístico: desde un encuentro en Matadero Madrid en el año 2017 junto al comisario Chema de Francisco o el artista Pedro Cabrita Reis, pasando por una comida con el creador japonés Yasumara Morimura en 2013 o en una entrega de premios de Arte y Mecenazgo junto a Dora García.

Margarita de Aizpuru explicó que este legado representa “una entrega simbólica de una parte muy importante de la vida de mi madre”, de quien destacó que “siempre fue moderna y con un gran impulso y energía”, como lo acredita que “hacía esquí acuático en el río Guadalquivir en los años 70, algo que no era habitual ver”.

También elogió la carrera profesional de su madre, quien “desde sus inicios apostó por la vanguardia absoluta” y que tras su llegada a Madrid desde Sevilla “se empeñó en ubicar a España en el contexto más actual del arte contemporáneo”, como acreditó con su “empuje” para poner en marcha ARCO.

A su vez, García Montero consideró un “honor” recibir el legado de quien ha sido “el corazón de proyectos muy significativos”, como ARCO, y una “referencia artística”, lo que le sirvió para rememorar su “referencia como protagonista del Madrid de la Movida, con la llegada de la democracia, de Tierno Galván”, y que “a través de la pintura y fotografía representó la transformación de la educación sentimental de una sociedad”.

Del mismo modo, Juan Manuel Bonet se presentó como “amigo” de Juana de Aizpuru, a quien señaló como “una referencia indudable”, elogiándola por su “valentía” de adentrare en un mundo del arte con una España saliendo de la dictadura.

Por su parte, Gloria Moure expuso que a Juana de Aizpuru “nada le paraba” y reseñó que “tenía un entusiasmo generoso para poner a España dentro de los países culturales europeos y mundiales, en un momento en que no estaba en esa lista”.

Tras el homenaje, tuvo lugar una mesa redonda en torno a la figura de Juana de Aizpuru, en la que intervinieron Juan Manuel Bonet, Gloria Moure y Margarita de Aizpuru.

(SERVIMEDIA)
11 Jun 2025
MST/clc