Planas contestó en la sesión de control al Gobierno en el Pleno del Congreso a una interpelación de Vox y a preguntas de PP y Junts sobre los ataques de agricultores franceses a camioneros españoles y sobre las protestas del campo español.

El titular de Agricultura mantuvo que el sector agrario español tiene “unas legítimas preocupaciones” y lo que hay que hacer es “escucharles, entender sus problemas y darles soluciones” como está haciendo el Gobierno, “no manipularles ni darles consignas”.

“Entiendo que, para ustedes, los trabajadores migrantes, la Agenda 2030 y los acuerdos comerciales con terceros países son monstruos contra los que hay que luchar, pero el mundo no funciona así”, le dijo Planas al diputado de Vox Ricardo Chamorro, tras defender las ayudas sin precedentes que subrayó que ha dado el Gobierno al campo en estos años y las cifras récord logradas el año pasado en el superávit comercial del sector.

El ministro indicó el Gobierno tiene marcados como principales desafíos de futuro para el campo la incorporación de jóvenes al sector, la apuesta por un regadío sostenible y por la innovación y digitalización, “y me duele que se intente utilizar a agricultores y ganaderos para atarles a un pasado que afortunadamente ya no existe”, de "autarquía" y de "España en blanco y negro, la España del NODO".

El diputado de Vox Ricardo Chamorro culpó al Gobierno de no defender al campo “frente a la ruina que está viviendo”, por su empeño y el de Bruselas de apoyar “un fanatismo climático” y la “competencia desleal” de terceros países.

La diputada del PP Macarena Montesinos acusó al Gobierno de estar “más preocupado de amnistiar a delincuentes que de defender a los ataques a los agricultores y ganaderos, ni en casa ni fuera”.

Si el problema del campo “fuese prioritario para Puigdemont”, sí le prestarían más atención, añadió la parlamentaria popular.

En otra pregunta a Planas en la sesión de control de la Cámara Baja, Isidre Gavín, de Junts, dijo que el Gobierno no tiene un escenario agrario “como para estar muy complacidos”, y “urge un punto de inflexión” que sitúe al campo “donde merece estar”.