Según Naciones Unidas, el número de personas mayores de 65 años se habrá más que duplicado para 2050 (de 761 millones en 2021 a 1.600 millones en 2050), mientras que las personas mayores de 80 años pasarán de 155 millones en 2021 a los 456 millones en 2050, por lo que, explica en su informe, “los derechos y el bienestar de estas personas deben ser prioritarios en los esfuerzos por lograr un futuro sostenible”.

El estudio de la ONU señala que existen desigualdades porque “no todos pueden beneficiarse por igual de las mejoras en salud y economía”; que, en las regiones más desarrolladas, las pensiones y otros sistemas públicos de transferencias aportan más de dos tercios del consumo de las personas mayores, y que el envejecimiento de la población mundial también implica un aumento de la necesidad de cuidados de larga duración.

En este contexto, recomienda que los países se replanteen las políticas y prácticas asociadas a los medios de vida y el trabajo, tales como oportunidades de aprendizaje permanente, el refuerzo y aprovechamiento de las plantillas intergeneracionales o la adopción de edades de jubilación flexibles.

Por su parte, la PMP incidió en la necesidad de una mejora del mercado laboral, dado que “el empleo precario supone una importante pérdida en los ingresos de la Seguridad Social”, y destacó la gran aportación que supondría la profesionalización de los cuidados. “Ello generaría varios cientos de miles de puestos de trabajo y contribuiría a la tasa de desempleo, mejorando los ingresos del sistema de Seguridad Social y las condiciones de vida y de acceso al empleo de las mujeres y, en consecuencia, la cuantía de sus pensiones”, agregó.

Entre sus propuestas, plantea la necesidad de reformas que fortalezcan la administración tributaria, al tiempo que se eleven los umbrales mínimos del impuesto sobre la renta y que se reduzca la carga de la fiscalidad indirecta para alcanzar sistemas tributarios más progresivos. En su opinión, “tradicionalmente, el déficit público español proviene básicamente de la insuficiencia de ingresos y no de un exceso de gastos”.