La entidad ya presentó enmiendas al texto para “el avance” en materia de accesibilidad; en las garantías del principio de prestación personalizada y en un régimen sancionador que introduzca criterios de reincidencia, así como un principio de proporcionalidad y equilibrio entre entidades financieras y clientes.

En este sentido, la PMP expresó que la nueva norma debe contemplar “explícitamente” medidas “esenciales”, como que todas las oficinas de atención al público cuenten con un gestor del mayor con formación y cualificación específica para ello; que los servicios de atención telefónica personalizada no conlleven costes adicionales y estén operativos en todo el horario comercial, o el avance en medidas de accesibilidad en todos los dispositivos de comunicación a la clientela.

Igualmente, manifestó su “máximo compromiso" para que los códigos de conducta se amplíen y se cumplan por parte del sector financiero, "en el diálogo constructivo" con las patronales bancarias, además de solicitar a futuro al conjunto de las autoridades supervisoras la "máxima exigencia y sensibilidad ante la grave problemática que atraviesa a las personas mayores y con discapacidad mayores en el acceso a los servicios financieros”.

"El colectivo de personas mayores y con discapacidad mayores requiere de un mayor avance y compromiso en las garantías para la prestación de servicios presenciales y la atención personalizada en el trato y acceso a los servicios bancarios”, concluyó.