En su réplica en la comparecencia de Sánchez para dar cuenta de los últimos consejos europeos, Esteban comenzó quejándose de que el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, no le mencionó el nuevo macrocentro para inmigrantes que pretende construir en Vitoria pese a haber hablado de esos temas durante 45 minutos el pasado 30 de noviembre, e insistió en que las ONG que tratan con ellos no lo ven una buena solución.

Acto seguido, constatando que Sánchez no se comprometió con medidas para “dar cabida a sentimientos de pertenencia” nacional, le avisó de que “está firmado" en su acuerdo de investidura "y tarde o temprano debe abordarse”, pero de momento se conformó con el tema concreto del Perte de la nueva economía de la lengua, para el que apeló “a su sensibilidad personal”.

Según desgranó, de los 1.100 millones de euros de que está dotado, sólo 2 se destinan a la promoción del euskera, lo cual no le “parece serio si nos creemos la Constitución” y el “especial respeto” que reserva a una lengua no indoeuropea como ésta.