La secretaria general de Podemos, Ione Belarra, quien estuvo precisamente este martes en Torre Pacheco, justificó que el presidente de Vox, Santiago Abascal; su presidente en Murcia, José Ángel Antelo, y su responsable de comunicación digital Pablo González Gasca "son quienes señalan para que después otros ataquen", pero que "sin Vito Quiles, Daniel Esteve, sin los altavoces mediáticos que han tenido todas las tribunas desde los grandes medios de comunicación de este país, no se entenderían ataques de terrorismo racista como el que estamos viendo aquí en Torre Pacheco".

En su denuncia, Podemos hace un relato de los hechos en el que estima que "la agresión al vecino de Torre Pacheco ha sido empleada por diferentes personas para alentar y/o justificar la violencia hacia los inmigrantes, mediante empleo de lo que se denomina un discurso del odio, prohibido por nuestro ordenamiento jurídico".

De Abascal, Podemos cita dos mensajes en sus redes sociales publicados este fin de semana. Uno de ellos dijo que “España padece una invasión migratoria brutal" y que el PP y el PSOE "se empeñaban en seguir repartiendo la inmigración ilegal por toda España, es decir, en seguir repartiendo la inseguridad y la ruina" y "son los responsables de todas las violencias", por lo que Vox exige "la recuperación de nuestras fronteras", "deportaciones inmediatas" y "dimisiones".

Para Podemos, "estas declaraciones vinculan de forma directa la inmigración irregular con la criminalidad, la inseguridad y la ruina económica del país", porque, "al referirse a una supuesta 'invasión de carácter criminal' y a 'todas las violencias', el señor Abascal extiende la culpabilidad a un grupo étnico concreto (los inmigrantes, especialmente de origen magrebí), contribuyendo a crear un clima de hostilidad y miedo que, en el contexto concreto de los disturbios de Torre Pacheco, puede ser interpretado como una incitación indirecta al odio y la violencia".

El otro mensaje de Abascal, además de volver a culpar al PP y el PSOE, establece que "es urgente expulsar a los que han venido a destruir nuestra seguridad, nuestra convivencia y nuestra economía". En opinión de Podemos, "el lenguaje empleado tiene un claro efecto deshumanizador y señala a los inmigrantes no solo como delincuentes, sino como enemigos de la seguridad, la convivencia y la economía nacional", y "no pueden entenderse como una mera opinión política protegida por la libertad de expresión, sino como una intervención con capacidad real para incitar al rechazo, la hostilidad y la agresión hacia un colectivo vulnerable".

Igualmente, la denuncia cita otros comentarios similares de Antelo para concluir que "en un contexto de violencia social creciente, sus palabras no pueden considerarse inocuas. Muy al contrario, contribuyen a alimentar y validar un clima de hostilidad, odio y enfrentamiento, en línea con la conducta que el artículo 510 del Código Penal tipifica como delito de odio".

A González Gasca le acusa de difundir en redes sociales un vídeo falso de la agresión, la foto de unos falsos culpables preguntando si "son ellos" y otro mensaje en el que acusaba a un inmigrante agredido de llevar a otro compatriota en el maletero del coche.

Por su parte, a Quiles le acusa de justificar las agresiones con aplausos en redes sociales como “Torre Pacheco representa en estos momentos a toda España. Y España está con sus vecinos, valientes, que han salido a defenderse de la invasión auspiciada por Sánchez. Cuando el Estado no protege a su pueblo, son los españoles, con sus medios, los que tienen que protegerse solos.”

Finalmente, de Esteve, la denuncia cita varios mensajes en los que llamó a acudir a Torre Pacheco (él y Quiles, de hecho, acudieron) proclamando que "se acabó el buenismo", incitando expresamente al "ojo por ojo", dando por comenzados "los juegos del hambre", en alusión a la popular saga cinematográfica, y ofreciéndose a organizar "patrullas vecinales"; "una figura", según Podemos, "que carece de amparo legal y que, en el contexto de los disturbios racistas que ya se habían producido en la localidad, equivale en la práctica a promover grupos de control ciudadano con fines intimidatorios o represivos frente a un colectivo concreto".