En declaraciones para valorar el resultado de un 0,25% de los votos, poco más de 3.500, Faraldo explicó que sabía que se enfrentaba a “un escenario muy difícil”, con un PP “en una situación muy fuerte para ellos” y “muy débil” para su partido “por muchísimas cuestiones”. A su juicio, tras estos resultados queda “demostrado que, para que haya cambio, se necesita un Podemos fuerte”.

“Sin un Podemos fuerte no hay cambios”, diagnosticó, apuntando como prueba que “ a pesar del “esfuerzo que hizo el electorado progresista para concentrar el voto en el BNG, no fue suficiente” y “este es el fracaso”.

Por eso, con una lectura sintomáticamente coincidente con la estrategia de la dirección estatal de Podemos, Faraldo recordó que el partido dedicó “tiempo y esfuerzos a construir espacios más amplios” y que, visto lo visto, “eso tiene que cambiar” y “es necesario fortalecer el `proyecto de Podemos; es lo que nos enseñó esta campaña”.

No obstante, dijo que también había visto en la campaña “una militancia muy comprometida”, de la que ella se siente “especialmente orgullosa”, y aseguró que “esa base es la seguridad del futuro” y con ella se pondrá a “trabajar con optimismo”, a “analizar los errores” y seguir trabajando por la población vulnerable pese a la sanidad y la educación “vapuleadas” y la “política caciquil, oportunista y clientelar” del PP en la Xunta.