Según informó este viernes la Policía Nacional, los ciberdelincuentes suplantaban los números de teléfono de las entidades bancarias de las víctimas, que residían en distintos lugares de España y se ganaban su confianza hasta conseguir toda la información necesaria para acceder a sus cuentas online.

Los agentes de la Unidad Central de Ciberdelincuencia iniciaron la investigación en septiembre de 2022 tras detectarse un incremento en los fraudes online de cuentas bancarias en todo el territorio nacional, a través de llamadas telefónicas con las que los estafadores simulaban ser trabajadores de los bancos.

Los delincuentes empleaban falsos pretextos y técnicas de ingeniería social, además de aplicaciones informáticas para suplantar los números de teléfono de distintos bancos y ganarse la confianza de las víctimas.

TRANSFERENCIAS A "MULAS"

Las llamadas les permitían conseguir la información necesaria como contraseñas o nombres de usuario para tener el control total de las cuentas.

El siguiente paso era ordenar un volumen ingente de transferencias a otras cuentas controladas por ellos mismos y que estaban a nombre de 'mulas', el término que usa la Policía para referirse a los encargados de recibir estas transferencias.

La explotación de la operación se realizó cuando los agentes pudieron identificar a las mulas y acreditar la participación en esta red de 207 personas, que habían causado en total un perjuicio de más de 830.000 euros.