La operación se inició hace meses cuando los agentes tuvieron conocimiento de la existencia de una organización, de origen español, dedicada a la distribución de cargamentos de cocaína procedentes de Sudamérica, con ramificaciones en las provincias de Málaga, Sevilla, islas de Lanzarote y Tenerife.

Los investigadores detectaron un aumento de la actividad de la organización con motivo de la reunión de los principales miembros de la misma con otros integrantes llegados desde Málaga.

Estos últimos habían alquilado un vehículo y los agentes pudieron comprobar cómo accedían con el mismo a una de las viviendas vigiladas, junto a un coche de alta gama que le hacía funciones de contravigilancia.

Ante las sospechas de que pudieran transportar algún tipo de sustancia estupefaciente, los agentes decidieron pararlos, momento en el que los conductores decidieron darse a la fuga, aunque fueron interceptados, y mostraron gran resistencia a la actuación policial.

Tras abrir el maletero del vehículo de alquiler, los investigadores se encontraron cuatro bolsas de deporte con 100 kilogramos de cocaína en su interior. Como consecuencia de este hallazgo, minutos más tarde, se procedió a la detención de los líderes de la organización.

CHALÉ DE LUJO

De forma paralela, se registró el chalé de lujo en la que se habían cargado los 100 kilos de cocaína, en la localidad de Barranco Hondo (Santa Cruz de Tenerife) y se detuvo a dos miembros que se encontraban en el interior custodiando 950 kilogramos de cocaína, que fueron intervenidos por los agentes. Para entrar en esta vivienda fue necesaria la intervención de los GOES debido a la peligrosidad de los delincuentes.

Posteriormente, se realizaron ocho nuevos registros en las provincias de Tenerife, Lanzarote, Málaga y Sevilla, en los que se intervinieron nueve vehículos, 12.000 euros en efectivo, una máquina de contar dinero, inhibidores de frecuencia, dispositivos de localización, un dron y un arsenal de armas blancas.

Pese a que los investigados intentaron ocultarse a la acción de la justicia, finalmente se logró la detención de las siete personas que formaban esta organización.

Además, se produjo el arresto de un importante narcotraficante colombiano, que había viajado a la isla de Tenerife días antes, como notario de la organización de origen, para garantizar que la distribución de la cocaína se llevaba a cabo y cobrar el dinero acordado a la venta para sus jefes.

Igualmente, se arrestó a un ciudadano italiano, con enlaces con la mafia de dicho país, que se había desplazado a España, para abrir nuevos mercados en España.

Con esta operación se dio por desarticulada esta organización y se llevó a cabo la incautación de un alijo histórico en Canarias, la mayor registrada hasta la fecha. Los nueve detenidos ingresaron en prisión.