POLLOS. EL ESCANDALO BELGA DESATA LA ALARMA ENTRE LOS TURISTAS NORTEAMERICANS QUE VISITAN EUROPA

BRUSELAS
SERVIMEDIA

Antes, cuando un turista norteamericano llegaba a Europa sólo tenía una norma sanitaria en mente: no beber agua. Ahora, sobre todo si tiene pensado visitar Bélgica, su pregunta es: ¿qué puedo comer?

La Oficina de Turismo de Bélgica en Nueva York está recibiendo desde el pasado lunes un número inhabitualmente elevado de llamadas, consecuencia directa del artículo que el "New York Times" dedicó hace unos días al escándalo de la dioxina, según infrma el diario belga "Le Soir".

Bajo el título "El escándalo de la alimentación se suma a la imagen de desorganización de Bélgica", el diario norteamericano destaca el estado de conmoción de un país "que tiene más estrellas Michelín por habitante que la propia Francia y cuyos supermercados nos recuerdan hoy a los de la Unión Soviética".

El "New York Times" relaciona el escándalo actual con el de la red de pedofilia encabezada por Dutroux y pone el acento sobre "la corrupción y la incompetencia" de servicio público belga.

(SERVIMEDIA)
11 Jun 1999
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