Señalan que en las personas con una posición social más baja, identificada en base al tipo de empleo, el porcentaje de mujeres con diabetes aumenta. Un 9,2% de las mujeres con estos empleos tiene diabetes frente al 8,5% de los hombres, según la Encuesta Europea de Salud de 2020.

Aunque estas cifras no hacen distinción entre diabetes tipo 1 y tipo 2, sabiendo que esta última representa más del 95% de casos de diabetes y que es la que depende de los hábitos de vida, este análisis se refiere a la diabetes tipo 2.

La enfermedad afecta a más de 200 millones de mujeres en el mundo y es la novena causa de muerte entre mujeres. Asimismo, varios estudios apuntan que afecta de manera diferente a las mujeres que, a los hombres, provocando en ellas una mayor incidencia de complicaciones cardiovasculares.

Las causas de esta diferecia no están claras y son múltiples. Algunos expertos apuntan a una mayor vulnerabilidad frente a circunstancias económicas; otros creen que es por una mayor propensión genética a sufrir alteraciones cardiovasculares, cuyas probabilidades se incrementan a raíz de estilos de vida poco saludables.

No existen, sin embargo, estudios suficientes como para establecer una relación causal concreta que explique esta mayor propensión de las mujeres con “trabajos no cualificados” a desarrollar diabetes tipo 2, según explicó la FEDE.

Por ello, la entidad considera “necesario” que haya más investigaciones que aborden la cuestión teniendo en cuenta los llamados ‘determinantes sociales de la salud’, definidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como "las circunstancias en que las personas nacen crecen, trabajan, viven y envejecen, incluido el conjunto de fuerzas y sistemas que influyen sobre las condiciones de la vida cotidiana".

La FEDE ha puesto en marcha la campaña ‘Más que Diabetes’, debido a esta problemática y las “pocas evidencias” existentes que lo expliquen. La iniciativa está poyada por la empresa farmaceútica MSD, y que busca dar visibilidad a estos aspectos del desarrollo y control de la diabetes tipo 2, así como reivindicar que se tengan en cuenta en la investigación clínica en diabetes y en la toma de decisiones en salud.