Alvarez Cascos declaró queel nombramiento de los dos nuevos magistrados pone de manifiesto "la auténtica voluntad de impulso democrático que late en el proyecto político de Felipe González.

Agregó que "los ciudadanos tienen que saber que el PSOE no tiene ningún deseo de regeneración democrática. Quiere que todo siga igual. Su único empeñeo es aferrarse al poder y por eso le importan muy poco las instituciones y los problemas de los españoles".

El dirigente popular recordó que, cuando el PP y el PSOE hablaron sobre el impuso democrático, "convinimos en que uno de los pasos decisivos era postular como candidatos para ocupar puestos institucionales a personas de suficiente relieve profesional y de suficiente equidistancia política para separar de la confrontación partidista el trabajo del Tribunal Constitucional, el Consejo General del Poder Judicial o de otros órganos del Estado".

A su juicio, "comprobar que hoy el Gobierno ha optado por personas de marcado cariz ideológico, como es el caso del señor Vives, es como deci que se ha nombrado al señor Belloch miembro del TC, lo cual dede el punto de vista de la respetabilidad del señor Belloch no tiene mayor significación, pero desde el punto de vista de la equidistancia política nadie se creería que el señor Belloch es una persona que por no tener carné de partido está equidistante del PP y del PSOE".

"Y nada diganos", añadió, "del nombramiento del señor Jiménez de Parga, que al margen de su posición ideológica, que puede ser muy discutible, ha mantenido una actitud dehostilidad permanente y pública hacia el Partido Popular, como puede comprobar cualquier lector de sus artículos publicados en los últimos tiempos y muy especialmente los publicados durante la campaña electoral de 1993, favor que evidentemente le paga el Partido Socialista haciéndole miembro del TC, después de haber fallado en el intento de hacerle Defensor del Pueblo".