En una rueda de prensa ofrecida en Guadalajara el viernes, González declaró: "no quiero volver a ser presidente. Es algo que me sale de las tripas. Hay dosis que son suficientes en la vida y trece años en el poder es como para volverse loco. Ya tuve bastante. Dios no quiera que vuelva. Me siento más libre desde hac un años".

Para Gil Lázaro, "ser una falta de respeto a la ciudadanía que el futuro cartel electoral socialista lo llenara alguien que se ha cansado de decir que carece de ilusión por volver a desempeñar la jefatura del gobierno"

A su juicio, "lo primero que hay que exigir a quien aspira a dirigir el Gobierno de España es una profunda vocación por esa tarea porque, si no, por decirlo con una expresión castiza, apañados vamos".

El portavoz popular opinó que en declaraciones de este estilo queya ha reiterado en más de una ocasión González, "da la sensación de que los españoles les debemos algo".

Gil Lázaro apuntó que González se cree "El Deseado", como Fernando VII, y añadió que ciertamente hay entre los dos el paralelismo de que "ambos dilapidaron, desde la corrupción y la prepotencia, un enorme caudal de ilusión que en un momento los españoles depositaron en cada uno de ellos".

Concluyó expresando el deseo de que "el señor González, cuando tenga que decir algo, lo diga en el Parlameto", al que, según los datos el PP, ha faltado en casi todas las sesiones de la actual legislatura, incumpliendo así "su importante tarea de líder de la oposición".