A su juicio, "el Gobierno no ha reaccionado como requería la situación, negándose a realizar una diagnóstico realista de la gravedad de la misma y articulando con inmediatez un verdadero plan de actuaciones concretas".

Montoro acusó al Ejecutio de "rehuir la realidad y ocultar a la sociedad la gravedad actual de la situación, tras una campaña electoral en la que falseó el diagnóstico afirmando que la crisis era pasajera y la solución estaba a la vuelta de la esquina".

En su opinión, la negativa del Ejecutivo a comparecer ante las Cámaras para explicar la situación económica "no contribuye a despejar las incertidumbres que se ciernen sobre nuestra moneda, sino que introduce nuevas incógnistas respecto a sus planes".

Para Montoro, la pemanente desestabilización de la peseta obedece que el Gobierno no ha sabido hacer frente al estancamiento económico, la destrucción de empleo y la permanencia de los desequilibrios básicos como la inflación y el déficit público, superior al reconocido por el Gobierno durante la campaña electoral.

El portavoz popular reclamó un plan concreto y urgente de actuación económica que, a su juicio, no puede demorarse hasta los Presupuestos del Estado de 1994 ni dilatarse en aras de lograr un pacto social.

Según Montoro, la paralización del Ejecutivo revela una carencia absoluta de ideas sobre lo que hay que hacer y su incapacidad para tomar iniciativas como las reformas estructurales necesarias para mejorar la adaptación del mercado laboral, frenar el gasto público y desregular los servicios que generan inflación.