La concejala del PP María Camisón afirmó, en declaraciones a Servimedia, que el Ayuntamiento de Fuenlabrada estaba cometiendo "un delito" por el mero hecho de instalar una cámara de vídeo "aunque fuera para vigilar que se estaban robando documentos".

Camisón fue testigo, junto a otros dos compañeros del Grupo Municipal Popular, del hallazgo de una cámara oculta en una sala del consistorio. De inmediato avisó a la Policía Nacional pero el jefe de la Policía Local, José Francisco Cano, trató de retirar el dispositivo.

Los agentes locales intentaron desalojar la habitación con empujones, lo que motivó que la concejala del PP y otras dos personas presentaran sendas denuncias por agresión física contra el jefe de la Polícia Local y el agente 160 del cuerpo municipal.

Cuando la Policía Nacional se personó en el Ayuntamiento, comprobaron que la cámara estaba en funcionamiento y procedieron a retirarla. A instancias del PP, revisaron el despacho del principal partido de la oposición sin encontrar nada.

Camisón señaló que, al final de la mañana, el jefe de la Policía Local remitió un escrito al PP en el que reconocía haber colocado una cámara hace un año por orden del anterior jefe de Recursos Humanos para investigar la desaparición de documentos oficiales.

La concejala del PP afirmó a Servimedia que la aparición de la cámara ha dejado una "paranoia" en el Ayuntamiento de Fuenlabrada ante la posibilidad de que haya más cámaras. De hecho, a lo largo del día han corrido los rumores sobre la presencia de otras dos cámaras, sobre las que no existe confirmación.