Las fuentes consultadas en el PP por Servimedia son escépticas con lo que pueda dar de sí el nuevo ultimátum de Junts y apuestan por mantener la calma hasta que no haya una ruptura formal y auténtica. “Esto lo hemos visto más veces. El día que quieran hablar de cambio real solo tienen que llamarnos”, recalcan desde el entorno del jefe de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, que, en estos momentos, prefiere mantener una posición reactiva y esperar a que los independentistas sean quienes los busquen a ellos y no al revés.

Los contactos entre PP y Junts han sido frecuentes a nivel parlamentario, llegando incluso a coordinarse para tumbar las iniciativas del Gobierno de Pedro Sánchez. “La mitad de las derrotas son de ellos, no nuestras; vienen a buscarnos”, admite un conocedor de las conversaciones. Pero estas mismas fuentes remarcan que la relación no traspasa las fronteras de Madrid y no existe ningún enlace directo con Puigdemont o su ‘número dos’, Jordi Turull.

El PP mide bien sus pasos para no dar ningún paso en falso que pueda causar un disgusto entre su electorado, y menos con Vox al alza en la derecha. La realidad es que Génova prefiere ir a unas elecciones anticipadas que pactar una moción de censura con Puigdemont, aún fugado de la Justicia por la inaplicación de la ley de amnistía. Pero la primera vía no depende de ellos y la segunda por lo menos requiere de su concurso.

Distintos cargos populares creen que a los secesionistas se les acaba el tiempo para entenderse con el PP, una vez que la legislatura ha entrado de lleno en su segunda mitad. “¿Quieren que el futuro presidente del Gobierno les deba algo? Ahora viven de la estrategia de la extorsión a Sánchez, pero solo les sirve para sacar promesas que Sánchez incumple; están en un atolladero electoral”, reflexiona un dirigente en alusión a Aliança Catalana.

Otros miembros del PP, en cambio, rechazan cualquier acercamiento. Es el caso de Cayetana Álvarez de Toledo, portavoz adjunta en el Congreso, o el líder del PP catalán, Alejandro Fernández, que se refiere habitualmente a Junts como un partido de “prófugos golpistas”. El tarraconense, no obstante, resta credibilidad al movimiento de los secesionistas. “Tampoco descartemos que rompan con Sánchez durante 8 segundos”, escribió hace unos días en sus redes sociales.

En Génova, sede nacional del PP, defienden que solo presentarán una moción de censura si los apoyos están garantizados al 100%, aunque rechazan la posibilidad de presentarla sin Feijóo como candidato. “Política ficción”, en palabras de la portavoz del PP en el Senado, Alicia García, que desdeñó esta posibilidad el pasado viernes.

El PP tiene decidido que no moverá ficha hasta que Puigdemont rompa definitivamente con Sánchez. Y, de llegar a ese escenario, la moción de censura seguiría en el aire por la distancia ideológica entre Junts, PP y Vox, de modo que el bloqueo sistemático del Congreso sería la opción más realista, según coinciden el resto de socios del Gobierno.