En una rueda de prensa en la Cámara Baja, Gamarra aseguró que esta fórmula fue la que se utilizó en anteriores legislaturas y que es “la interpretación correcta”. Asimismo, opinó que es “muy triste ver cómo un partido como Bildu vaya a solicitar información o vaya a interrogar al CNI” y recordó que la Comisión de Secretos Oficiales tiene un régimen distinto y un carácter secreto “por lo delicadas que son las materias que se van a tratar ahí”.

La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, tiene previsto aprobar esta tarde una resolución que modifique el sistema de constitución de la llamada comisión de secretos oficiales para salvar el veto que el PP y Vox mantenían a los partidos independentistas y poner en marcha esta comisión, en la que quieren dar explicaciones sobre el denominado 'caso Pegasus'.

En concreto, Batet presentará una nueva resolución que rebajará la mayoría necesaria para la constitución de la comisión a 176 diputados (mayoría absoluta). En la actualidad, se necesita el voto favorable de tres quintos de la Cámara Baja (210 diputados), por lo que el concurso del PP es necesario.

“La Comisión de Secretos Oficiales podría estar perfectamente constituida y puede constituirse perfectamente con la resolución del año 2004 que rige en estos momentos. El problema que intentar solventar el Gobierno es cómo dar cumplimento a la exigencia de sus socios de estar ahí, que es una cuestión bien distinta de que constituya y, por tanto, puedan comparecer los miembros del Gobierno o los organismos que sean convenientes”, explicó Gamarra.

Señaló entonces que, por parte del PP, no tienen “ningún problema” para que materializar la constitución de esta comisión, sino que el “problema” lo tiene el Gobierno “si sus socios no forman parte de la Comisión de Secretos Oficiales”. “Este es el único motivo que impulsa al cambio de esa resolución para que entren todos los grupos parlamentarios y que, por tanto, lo que ha recogido hasta este momento desde el 2004 deje de tener efecto”, añadió.

En este sentido, lamentó que la “cuestión” no sea “garantizar la constitución de la comisión, sino el cumplimiento de la exigencia de ciertos partidos de formar parte del misma”. “Para eso se cambian las reglas del juego”, resumió.

Pese al cambio que Batet prevé aprobar esta tarde respecto a las mayorías necesarias para elegir miembros en la Comisión de Secretos Oficiales, Gamarra insistió en respetar la resolución de 2004 y que los miembros elegidos obtengan los 210 votos favorables, a la vez que se quedan fuera los representantes elegidos por los grupos parlamentarios que no superen a ese “umbral”.

SIN CONTACTOS

Por otro lado, Gamarra avanzó que no se ha producido “ninguna llamada en relación a facilitar más información" sobre el espionaje a los líderes independentistas "desde el día de ayer”, y que la última llamada se realizó el domingo por la tarde. En concreto, fuentes del PP ya confirmaron que esas llamadas fueron entre la ministra de Defensa, Margarita Robles, y el vicesecretario de Institucional del PP, Esteban González Pons, aunque Gamarra también participó en ellas.

Por último, preguntada por si el PP tomará medidas jurídicas por la rebaja de las mayorías necesarias para designar los miembros de la Comisión de Secretos Oficiales, Gamarra se limitó a señalar que “es una cuestión política” que “responde al interés del Gobierno de seguir manteniendo una serie de apoyos”.

“Para eso, no tienen ningún inconveniente para poner al Estado al servicio del Gobierno y para poner al Estado al servicio de sus socios, y hacerles llegar una información que, desde nuestro punto de vista, no debería hacerles llegar”, concluyó.