En una entrevista en RNE recogida por Servimedia, la secretaria general y portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra, indicó que en su formación han sido “muy claros” en este asunto y reiteró que la tasa de Bruselas “es diferente” al impuesto a las energéticas planteado en España. “Como un huevo a una castaña”, apuntaló.

Los cambios necesarios para que el PP dé el visto bueno al impuesto de PSOE y Unidas Podemos pasan por dotar al gravamen de un carácter “finalista” que permita abaratar de forma “directa e inmediata” el recibo de la luz y del gas de las familias y las empresas. Asimismo, los populares exigen que esta nueva figura actúe sobre los beneficios y no la facturación de estas compañías.

“Si rectifica en la dirección correcta estaremos ahí, como no puede ser de otra manera”, señaló la ‘número dos’ de Feijóo. “Lo que queremos es que ese gravamen especial y excepcional se repercuta y aparezca en la factura de todo el mundo apareciendo ahí. No que vaya a la caja del Gobierno mientras los españoles siguen pagando facturas disparadísimas”, explicó la secretaria general del PP tras deslizar que desconfía de que el Ejecutivo destine el exceso de recaudación tributaria a medidas que abaraten la factura de la luz.

Bajo esta misma posición, Gamarra subrayó que España no tiene “un problema de recaudación” porque los ingresos del Estado vía impuestos se han incrementado en 22.000 millones de euros hasta julio en comparación con el mismo periodo del año pasado, sino que el desafío reside en que “los españoles no tienen dinero en los bolsillos y no pueden llegar a fin de mes”.

Así las cosas, confirmó que el principal partido de la oposición estará a favor de un nuevo gravamen a las energéticas si está dirigido a “rebajar los importes de los recibos”, pero en contra si su “finalidad” es simplemente “recaudar”.

Respecto a su voto en contra en el Congreso, Gamarra reiteró estos mismos argumentos para justificar su posición y recordó que los populares pidieron retirar la proposición de ley porque “lo prudente” era esperar al “pronunciamiento” de Europa antes de llevar a cabo el “debate” en la Cámara Baja.

Por último, señaló que su “responsabilidad como legisladores” es rechazar cualquier ley que los tribunales puedan “revocar”. Según Gamarra, el gravamen debatido en el Congreso tiene dudas legales, por lo que podría generar un “perjuicio” a todos los españoles si las energéticas lo recurren con éxito, ya que el Estado tendría que devolver todo el dinero recaudado con el gravamen.