El PP recuerda en su iniciativa que, según un informe del Instituto Nacional de Consumo, algunos comerciantes aún venden televisores analógicos a bajo precio sin advertir adecuadamente al consumidor.

Para el principal partido de la oposición, el Gobierno debe tomar medidas para proteger a los consumidores que se encuentran en una situación de mayor vulnerabilidad económica, dada la situación actual de crisis, "y también para que nuestro país no se convierta en la chatarrería de Europa, pues en la medida en que se vendan televisores analógicos por parte de algunos comerciantes, seguirán entrando en nuestro país aparatos obsoletos".

La proposición emplaza al Ejecutivo a adoptar las medidas necesarias para exigir "la total información al comprador de un televisor analógico, por parte del vendedor, respecto a la fecha en el que éste no podrá ser utilizado sin descodificador, entendiendo en caso contrario, que incurrirá en una infracción por omisión engañosa sobre la verdadera naturaleza del bien".

Para el PP, el Gobierno debe impulsar de forma inmediata una campaña informativa, en colaboración con las comunidades autónomas, que comunique las implicaciones que tendrá para los consumidores el "apagón" analógico de 2010, especificando que a partir de esa fecha, el televisor analógico quedará fuera de servicio salvo que se le incorpore un descodificador.