El escrito, al que ha tenido acceso Servimedia, fue registrado a las 11.10 horas de la mañana y consta de 28 folios. Bajo la firma del portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado, acusa a Armengol de no ejercer de “moderadora imparcial” y reclama a la Mesa de la Cámara que “se rectifiquen las actitudes partidistas y adopte las medidas que resulten procedentes para preservar las funciones del Congreso de los Diputados y la imparcialidad de la Presidencia”.

Asimismo, para amparar los derechos de los diputados del Grupo Parlamentario Popular, Tellado exige a Armengol que aplique el Reglamento de la Cámara y actúe “ante los constantes insultos, injurias, calumnias y faltas de respeto” del Gobierno y sus socios hacia el PP, la Jefatura del Estado, jueces, servidores públicos, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, periodistas y medios de comunicación o empresarios.

Por último, el escrito del principal partido de la oposición solicita que se adopten “las medidas disciplinarias oportunas para proscribir tales actitudes” de los diputados y, del mismo modo, que Armengol “ordene lo oportuno” para retirar de los diarios de sesiones “todas las numerosas ofensas y faltas de decoro transcritas en este escrito contra personas e instituciones”.

“Es obligación de quien dirige el Congreso de los Diputados, y ante la escalada de excesos verbales en los debates quien, en uso de la autoridad que le corresponde y las obligaciones que ello comporta, adoptar una actitud firme para evitar situaciones tan poco ejemplarizantes, vengan de quien vengan, recordando que el ejercicio de la crítica o la confrontación de ideas debe estar exenta de insultos, alusiones personales u ofensas”, reza el texto.

HASTA 9 DEBATES

La queja del PP no es ninguna novedad, puesto que ha chocado con Armengol desde el día de su elección como presidenta del Congreso. De hecho, el escrito detalla hasta 8 plenos y una sesión de la Diputación Permanente en la que los populares creen que la presidenta incumplió con sus obligaciones “al no retirar determinadas ofensas” contra distintos poderes y representantes del Estado.

Considera también que Armengol tiene una “distinta vara de medir” a la hora de llamar al orden a los diputados para “guardar el decoro de la Cámara” y aplica “una interpretación subjetiva” que depende del grupo parlamentario al que pertenezca el orador cuestionado.

“Transcurridos apenas seis meses”, dice el PP, lo cierto es que la imparcialidad, la neutralidad y el ejercicio de la representación de todos y cada uno de los diputados y de estos en su conjunto, está sobradamente cuestionada”, señala el escrito.

“Lejos de ejercer su papel de garante del ejercicio de los derechos de todos los diputados, con la independencia que debe caracterizar a la alta institución del Estado que representa, la Presidencia de la Cámara se ha mostrado en demasiadas ocasiones muy partidista”, prosigue.