El próximo lunes, el presidente del Parlamento gallego, Victorino Núñez, convocará la Comisión del Reglamento para iniciar los trabajos de ponencia, ya que el Grupo Popular mantiene su intención de dejar aprobada antes de las elecciones autonómicas la polémica reforma.

Núñez se mostró dispuesto a hacer compatible el objetivo de concluir los debates en unplazo razonable con el respeto a la libertad de expresión de los grupos en la defensa de sus enmiendas.

El PP pretende enmendar el artículo 75, el más polémico de todos, ya que autoriza a los miembros del Gobierno a intervenir en cualquier circunstancia en un debate, sin que ello genere derecho de réplica para la oposición.

Mediante la reforma, el texto quedaría: "Estas intervenciones no reabrirán el debate, sin perjuicio de la réplica específica que podrá ejercer la oposición y la dúplica a carg del Gobierno".

Sin embargo, la oposición no ha quedado satisfecha con las enmiendas del Grupo Popular y mantiene una postura radicalmente contraria a la propuesta, por lo que ha anunciado que defenderá 850 enmiendas, la mayoría de supresión, de las que el Bloque Nacionalista Gallego suscribe 350, Coalición Galega 273, el PSOE 132 y Unidade Galega 95.

Además, todos los diputados de los partidos de la oposición, excepto el escritor Alfredo Conde (independiente desde que abandonó el PSOE), han presntado enmiendas personales, con el fin de hacer interminables los debates y que la reforma no se apruebe antes de las elecciones autonómicas.

Esta postura ha sido duramente criticada por el Grupo Popular, cuyo portavoz, Gerardo Conde Roa, censuró en declaraciones a Servimedia la posición del PSOE, del que dijo que "se demuestra una vez más que no tienen ideas propias y que siguen las estrategias del BNG".

Asimismo, mientras los grupos nacionalistas estudian la posibilidad de impugnar el proceso d debate porque estiman que ningún grupo puede enmendar su propia iniciativa, el PSOE estima que el contenido de las enmiendas del PP sólo es una cuestión de maquillaje y "apenas logra suavizar un poco la bestialidad inicial", según dijo el socialista Ceferino Díaz.