Galardón
Premio Fronteras del Conocimiento para la ecóloga que demostró que los animales migran por el cambio climático
- Camille Parmesan comprobó hace tres décadas que varias mariposas de EEUU y Europa viajaban hacia el norte y zonas altas por el calentamiento

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La ecóloga Camille Parmesan fue galardonada este martes con el XVII Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en Cambio Climático y Ciencias del Medio Ambiente por demostrar el impacto de la crisis climática en el desplazamiento geográfico de las especies en todo el planeta.
Parmesan, del Centro Nacional para la Investigación Científica de Francia, la Universidad de Texas (Estados Unidos) y la Universidad de Plymouth (Reino Unido) demostró de forma pionera que “las especies salvajes modifican su distribución geográfica en respuesta al cambio climático”, según el acta del jurado.
A mediados de la década de 1990, la galardonada comprobó que varias especies de mariposa en Estados Unidos y Europa se estaban desplazando hacia el norte y zonas más elevadas debido al aumento de las temperaturas.
Posteriormente, sus investigaciones corroboraron a lo largo de tres décadas que el mismo impacto del cambio climático se está produciendo en miles de especies de plantas y animales tanto en ecosistemas terrestres como marinos de todo el planeta.
Parmesan ha establecido que el calentamiento ha dejado “una huella globalmente coherente” sobre la biodiversidad, un trabajo que, en palabras del jurado, “ha sentado las bases de la ecología del cambio climático”, un campo de investigación fundamental para abordar el desafío de la crisis ambiental.
Por ello, su investigación ha tenido una importancia fundamental para el diseño de políticas eficaces de conservación “adoptadas por gobiernos y agencias en todo el mundo”, según concluye el acta, a través de estrategias que tienen en cuenta los desplazamientos de especies provocadas por el cambio climático, como la creación de corredores para conectar hábitats, migraciones asistidas y áreas protegidas que permitan preservar a plantas y animales afectados por el aumento de las temperaturas.
SALUD PÚBLICA
Su trabajo también tiene “importantes implicaciones para la salud pública global, debido a la expansión hacia latitudes más altas de enfermedades tropicales como la malaria y el dengue transmitidas por mosquitos, así como para la agricultura y la pesca, sectores que necesariamente deben adaptarse a los desplazamientos de las especies terrestres y marinas como consecuencia del calentamiento”, según Carlos Duarte, titular de la Cátedra de Investigación Tarek Ahmed Juffali en Ecología del Mar Rojo en la Universidad de Ciencia y Tecnología Rey Abdalá (Arabia Saudí), y secretario del jurado.
Duarte añade: “Un ejemplo claro es la industria del vino, que, de hecho, ya está empezando a plantar viñedos a mayor altura para mejorar la producción ante los cambios provocados por el aumento de temperaturas”.
“La profesora Parmesan también ha sido pionera en la aplicación del análisis de grandes volúmenes de datos, es decir lo que hoy conocemos como ‘big data’, para extrapolar sus hallazgos iniciales sobre algunas especies de mariposas a escala mundial, analizando la literatura sobre miles de especies de animales y plantas en todo el planeta e identificando así tendencias consistentes en el desplazamiento de especies debido al aumento de las temperaturas”, resalta Pedro Jordano, profesor de investigación en el Departamento de Ecología Integrativa de la Estación Biológica de Doñana-CSIC y miembro del jurado.
A principios de los años 1990, la comunidad científica esperaba que el aumento en el CO2 de la atmósfera causara un calentamiento global, pero este aumento de temperatura aún no se percibía. Por ello, Parmesan, que llevaba años investigando esta especie concreta de mariposa, se preguntó: “¿Y si esta mariposa sirviera de indicador mejor que un termómetro?”.
EEUU Y EUROPA
Recorriendo la costa oeste de América del Norte, desde México hasta Canadá, se encontró con lugares al sur (como Baja California) donde el hábitat estaba tan bien preservado como más al norte, en Canadá.
Sin embargo, en México casi todas las poblaciones de aquella mariposa estaban extintas mientras que en Canadá prácticamente todas sobrevivían. Por tanto, había encontrado un patrón mucho más simple del que esperaba: la mariposa se establecía en latitudes y altitudes cada vez más elevadas.
Además, había logrado demostrar que esta tendencia no tenía que ver con la calidad de su hábitat en cada geografía. Descartando los datos de las zonas en las que el hábitat sí estaba degradado, consiguió aislar el efecto del cambio climático y disociarlo de otros factores que podían afectar a las poblaciones de mariposa como la pérdida de hábitats, la contaminación o el uso de fertilizantes. Así nació el campo de la ecología del cambio climático.
“La pregunta de si el cambio en el clima ha afectado a una especie salvaje a nivel global no se puede abordar mediante experimentos. No valía con demostrar que el cambio existía. Yo tenía que poder decir que ese cambio se debía sí o sí al cambio climático y no a todo el resto de cosas que estaban haciendo los humanos”, apunta Parmesan.
Después, corroboró este efecto en otras especies de mariposa en Europa. Consiguió recopilar datos desde España hasta Finlandia y demostró que dos tercios de las especies estudiadas estaban trasladándose hacia el norte.
AGRICULTURA, PESCA Y ENFERMEDADES
A más corto plazo, explica Parmesan, el cambio climático ya tiene un impacto directo sobre los sistemas de agricultura y pesca. “Las zonas en las que se pueden cultivar plantas y peces están cambiando, y los pescadores ya notan que las especies que pescan no son las mismas que antes”, indica.
“Además, las enfermedades también se están desplazando hacia los polos. Incluso hay patógenos que resurgen al derretirse el hielo ártico y entre los renos de los que se alimentan las poblaciones inuit se están documentando casos de ántrax contraídos al emitirse a la atmósfera la bacteria que causa esta enfermedad y que estaba atrapada en la tundra. Por otra parte, el aumento del CO2 en la atmósfera está disminuyendo la calidad nutricional de las plantas, cosa que ahora comienza a preocupar a los nutricionistas”, concluye.
(SERVIMEDIA)
22 Abr 2025
MGR/gja