Así lo indicó en una reciente entrevista a Servimedia en la que recordó que "ha habido sentencias" en comunidades autónomas como Extremadura por el incumplimiento de ese mínimo de días. "En la mayoría de territorios", subrayó, la jornada es reducida en junio y septiembre y se computa como completa, y, además, en educación secundaria, "si no hay exámenes en septiembre las clases terminan a principios de junio o finales de mayo".

Esta petición se suma al reciente debate de abrir los centros educativos durante más horas para facilitar la conciliación de las familias. Una jornada más amplia, remarcó, no significa que los colegios "estuvieran dedicados a la educación", sino abiertos para acoger "extraescolares u oras actividades".

Para Capellán la solución pasa por una coordinación transversal entre las distintas administraciones para facilitar la vida a las familias: "Que se haga algo interministerial. La conciliación no depende sólo de Educación, también de Servicios Sociales. Si no hay buena conciliación no se puede ir a trabajar, no hay igualdad, cómo se va a levantar la natalidad si las familias ven que no saben qué hacer con el hijo. Es un problema interministerial y tienen que poderse las pilas".

"Un supermercado esta abierto 12 horas, pero no todos los clientes van 12 horas a los super. Los centros educativos tienen que estar abiertos pero el profesor no tiene que estar todo el tiempo", comparó en referencia a otras alternativas que pueden ofrecerse en las infraestructuras educativas, como los programas para "madrugadores", "extraescolares sin profesores propios" o comedor.

COMEDORES

La presidenta de Ceapa también pone el acento en el servicio de comedores de los centros públicos como base a la salud de los escolares. "Hay niños que cada vez más por la pandemia y el paro con más problemas para comer y la única comida decente que hacen es la de los comedores escolares cuando son becados. Mal futuro tiene este país porque una mala alimentación hace que tengas problemas de salud a largo plazo", advirtió.

Como otros ámbitos educativos, este servicio también se ha visto influenciado por la subida de los precios y la crisis. Aunque la organización no ha detectado "mucho" la subida de los precios, "sí hay quejas de que la comida ha bajado en cantidad y calidad". "Las empresas de catering no son sin lucro, quieren ganar dinero. Si les ha subido la materia prima, el transporte, el cocinado, de alguna forma tienen que sacar dinero", expuso.

Para abaratar costes las familias proponen que en los menús se sirvan productos de proximidad, como ocurre en colegios de Orense, gestionados directamente por las ampas. "Con productos kilómetro cero se puede comer bien y no es caro", remarcó, en línea con las reivindicaciones planteadas en un reciente encuentro en Bilbao donde ha participado Ceapa.

A la conciliación y la calidad de los comedores Capellán añade otras muchas propuestas en el arranque del curso 2022-23, como una mejor implantación (y más homogénea según autonomías) de la nueva ley educativa, promover la atención de salud mental en el ámbito educativo y la reducción de las ratios.