Guilarte asistió a la clausura del XXVI Congreso de la Asociación Profesional de la Magistratura (APM), en Bilbao, donde dijo a los periodistas que nadie puede “imputar” a los miembros del CGPJ la responsabilidad de que no se haya renovado en estos cinco años.

“Nosotros no somos los culpables”, dijo antes de advertir de que los ataques venidos desde la política no tienen justificación porque “el que tiene la responsabilidad de renovar”, que son las Cortes y los partidos políticos, “no tienen legitimidad para exigir nada a los que sufrimos” esta situación.

Guilarte, que ya se ofreció hace una semana como mediador para propiciar el acuerdo, aseguró que está “intentando bajar la tensión” para que las partes lleguen a un acuerdo, pero reclamó que “nadie” le “achaque” responsabilidad alguna sobre el retraso en la renovación.

“A ver si alguien se pone las pilas para que esto se acabe” cuanto antes y se culmine una renovación a la que está intentado contribuir. En este sentido, se abstuvo de hacer ninguna petición expresa al Gobierno con el argumento de que “si no queremos interferencias en el Poder Judicial, yo no puedo decir ahora qué es lo que tiene que hacer el Gobierno, ni siquiera sugerirlo”.

Y concluyó que “de lo que debieran preocuparse” todos los protagonistas de ese deseado acuerdo es “de renovar el Consejo” y de “no usar” al CGPJ y a la justicia en la lucha política. Para ello, propuso “aislarnos” y tratar de alcanzar un pacto porque “la presión y la degradación institucional a la que nos están sometiendo tiene que acabar. Yo intento ayudar, pero no hay mucha ayuda”.

Sobre la votación del pasado jueves que consideró no idóneo a Álvaro García Ortiz para el cargo de fiscal general del Estado, en una decisión inédita del CGPJ, Guilarte dijo que él voto a favor igual que en la primera ocasión en la que se sometió a informe y dijo que habrá que preguntar a los que han cambiado de opinión. En todo caso, añadió que “es legítimo lo que cada uno ha hecho”.