Dicho informe, basado en 487 testimonios de víctimas eclesiales, y metodología multidisciplinar, añade una encuesta de GAD3 a 8.013 personas, de las que el 1,13% aseguró que la agresión se registró en el ámbito religioso y el 0,6% que fue víctima cuando era menor de edad de abusos perpetrados por curas o religiosos. Los testimonios hacen referencia a casos recabados “desde 1940,” pero el “grueso” de las víctimas lo fueron desde 1970 a los años 90 del siglo pasado, detalló Gabilondo a los periodistas en el Congreso.

El propio Defensor, en varias ocasiones en su comparecencia, pidió a la prensa no calcular a partir de ese porcentaje cuánta población sería víctima según del censo actual, por lo que se desprenderían unos 400.000 casos y 200.000, respectivamente.

"No creemos que hay que extrapolar estos datos", recomendó Gabilondo a los periodistas tras la entrega del documento. El error muestral de la encuesta es del +/-1.1%.

Antes explicó que el 11,7% de las personas entrevistadas afirmaron haber sufrido abusos sexuales antes de cumplir 18 años y que un 3,36% manifestó que ese abuso se produjo en el ámbito familiar.

Ante todo ello, Omella publicó este sábado el citado desmentido en redes sociales, en un mensaje en el que también concluyó: "No nos cansaremos de pedir perdón a las víctimas y trabajar por su sanación".

El cardenal también citó un apartado del Catecismo de la Iglesia para indicar que "la Iglesia es a la vez santa y siempre necesitada de purificación… Todos los miembros de la Iglesia, incluso sus ministros, deben reconocerse pecadores. En todos, la cizaña del pecado todavía se encuentra mezclada con la buena semilla del Evangelio hasta el fin de los tiempos. La Iglesia congrega a pecadores alcanzados ya por la salvación de Cristo, pero aún en vías de santificación".

Este lunes la CEE tendrá una Asamblea Plenaria extraordinaria para estudiar el informe de 777 páginas de Gabilondo y abordar los plazos de entrega del que encargó para investigar los abusos al despacho Cremades & Calvo Sotelo.