Durante el encuentro informativo organizado por Nueva Economía Fórum en Bilbao, Javier de Andrés aseveró que la cancelación parcial de la deuda de Cataluña al FLA (Fondo de Liquidez Autonómico) que van a reclamar todas las comunidades gobernadas por el Partido Popular “nos va a afectar y nos va a afectar mucho” en lo que respecta al cupo vasco y a la renovación del concierto.

“Lo que ocurre es que ese dinero se sustrae del capital que tiene el Gobierno de España, la capacidad del Estado para invertir y para invertir en competencias que no son del País Vasco como puertos, aeropuertos, ferrocarriles y otras materias”, señaló.

TREN DE ALTA VELOCIDAD

“Es más, yo ya percibo que eso está sucediendo porque en el acuerdo que han firmado el Partido Socialista y el Partido Nacionalista Vasco se ve que ya han sacado el tren de alta velocidad vasco. El calendario que estaba acordado en el pacto que hicieron con anterioridad ahora ya no está”, subrayó.

“El pacto del año 2018 entre el PNV y el PSOE decía que se acordaba que se cumpliera el calendario suscrito con el Partido Popular. No se ha cumplido en modo alguno, y de hecho ahora mismo ya ni siquiera hay fecha de finalización del tren de alta velocidad”, recalcó.

“La política de la izquierda no es la de la inversión, no se dedican a la inversión, se dedican siempre al gasto, y gasto que se perciba en el bolsillito de cada uno, esa es la política de la izquierda y también del Partido Nacionalista Vasco, juegan permanentemente a eso”, aseguró.

“Renuncian a hacer inversiones y lo vemos en el presupuesto del Gobierno vasco, es un presupuesto poco inversor, como son las diputaciones y los ayuntamientos porque están muy dirigidos a subvenciones personales”, como el bono cultural de 400 euros o las ayudas para asistir al cine, defendió.

“Ese tipo de cosas son las que gustan a la izquierda porque entienden que su electorado va a percibir eso con más claridad que una inversión como el tren de alta velocidad, o una autopista que lo que hace es reducir tiempos de tránsito, aumentar la seguridad, cosas que tienen un propósito muchísimo más a largo plazo, que generan mucha más actividad y mucha más riqueza, pero que no se perciben en el bolsillo individual y consecuentemente no es un voto”, agregó.

“Eso es lo que va a suceder, que el dinero se va a volver a reservar para propósitos de esas características y no se van a hacer las obras que el Gobierno del Estado tendría que hacer en el País Vasco, porque va a tener menos capacidad de gasto”, concluyó.