Rato explicó que ése es el dinero que dejará de ingresar el Estado cuando la medida esté plenamente en vigor, y que para 1999 ya se ha tnido en cuenta un coste fiscal por dicha rebaja de unos 53.000 millones de pesetas.

También dijo que los principales beneficiarios serán los titulares de los productos de ahorro tradicionales, es decir, las cuentas corrientes, las cartillas de ahorro y los depósitos a plazo fijo sin ningún tipo de ingeniería financiera. Un 30% de estos titulares, agregó, son pensionistas.

Las manifestaciones del vicepresidente dejan claro que la rebaja de retenciones anunciada beneficiará a los depósitos y producos de ahorro más tradicionales, frente a los fondos de inversión, planes y fondos de pensiones, etc.