Según explicaron a Servimedia fuentes cercanas al líder socialista, el núcleo dirigente de Ferraz comenzó a plantearse hace un mes y medio la posibilidad de que fuera Rodríguez Zapatero el que se enfrentara al ministro de Hacienda.

Esta idea tomó cuerpo en la cabeza del secretario general hace aproximadamente un mes, y comenzó entonces una estrategia para relanzar ete debate, darle la importancia que debe merecer para los ciudadanos y, en último término, descolocar al PP con un evidente efecto sorpresa.

El primer paso de esa estrategia fue pedir, a través de la Mesa del Congreso de los Diputados, la retransmisión en directo del debate por Televisión Española.

El siguiente paso fue retar al presidente del Gobierno, José María Aznar, a asumir ese debate, aludiendo para ello a su propia afirmación de que el de Presupuestos es el debate parlamentario más importnte. "Que los presente él, y allí estaremos todos", dijo hace pocos días el líder socialista.

Con esos dos pasos dados, los socialistas dejaron entonces que el PP "se llenara la boca con críticas a Zapatero por no asumir el debate", haciendo de ellas un ariete "que hoy han perdido nada más comenzar el debate".

Los primeros sorprendidos fueron muchos de los diputados socialistas que contemplaron desde sus bancos cómo el secretario de Política Económica, Jordi Sevilla, dejaba paso libre hacia la trbuna a su secretario general. Sevilla era, de hecho, uno de los pocos miembros de la Ejecutiva Federal que estaban al tanto de esta estrategia.