En los pasillos del Congreso, Narbona subrayó que el resultado de las primarias "ha dado un vuelco a las previsiones" y ha "desmontado" las críticas al proceso, además de generar una "gran ilusión" en toda la militancia y en gran parte de la sociedad.

La que fuera secretaria de Estado bajo las órdenes directas de Borrell recordó que ya cuando se decantó a su favor durante la campaña consideró que su ictoria no era "en absoluto incompatible" con la permanencia de Almunia como secretario general.

"Es más, creo que es bueno que siga en el puesto en el que está y que no haya ahora un congreso extraordinario, que significaría, sin duda, pararnos de nuevo para reestructurarnos desde el punto de vista orgánico", apuntó.

No obstante, consideró "evidente" que habrá cambios en el partido y un nuevo "reparto de papeles", si bien serán "los mínimos imprescindibles para seguir caminando y volcarnos de foma concentrada en la preparación de las eleccines generales".

Tras expresar su esperanza de que las diferencias aparecidas durante la campaña queden "paulatinamente olvidadas", advirtió que "si perdedores, entre comillas, no se adaptaran a la nueva situación, perderíamos todos porque se trata de reforzar al conjunto del Partido Socialista".