Espacio

El primer propulsor espacial de nanosatélites español llega a órbita

MADRID
SERVIMEDIA

El primer propulsor espacial español de nanosatélites, completamente eléctrico, ya se encuentra en órbita y cuyos emisores han sido fabricados en la Sala Blanca de Micro y Nanofabricación del Instituto de Microelectrónica de Barcelona del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (IMB-CNM-CSIC) y la empresa Ienai Space.

Según informó este martes el CSIC, en los últimos años, el campo de la propulsión espacial explora nuevos sistemas para otorgar movilidad a los satélites a través de la propulsión iónica, pues es más ligera y económica. Ahora, una empresa española se introduce en el mercado gracias a la tecnología de propulsión desarrollada para pequeños satélites, que se lanzó con éxito el pasado mes de octubre a bordo del microlanzador Alpha de la empresa americana Firefly.

El lanzamiento puso en órbita dos picosatélites (satélites con pesos menores a 1kg) que equiparon los demostradores tecnológicos del motor Athena (‘Adaptable Thruster based on Electrospray powered by Nanotechnology’).

El objetivo de esta primera misión de demostración era poner a prueba los propulsores en el entorno espacial, tras la extensa cualificación en tierra. En concreto, la misión buscaba demostrar la capacidad de alargar el tiempo en órbita de estos satélites que, de no contar con sistemas de propulsión, habrían caído de nuevo a tierra debido a la fricción con la tenue atmósfera terrestre que aún se encuentra en órbita.

BASURA ESPACIAL

Una vez finalizada la misión, es esta fricción la que se aprovecha para asegurar que el satélite vuelve a entrar en la tierra, evitando que se convierta en basura espacial.

En este sentido, el CEO de la empresa Ienai Space, Daniel Pérez, indicó que “el objetivo de los motores Athena es el de ofrecer al mercado espacial un propulsor muy compacto y de baja potencia, pero altamente eficiente, capaz de integrarse en satélites de pequeño tamaño. Esto no ha sido posible hasta la fecha debido a que los intentos de miniaturizar otras tecnologías más tradicionales no han tenido éxito, de ahí la necesidad de desarrollar una tecnología completamente nueva”.

Por su parte, el investigador del IMB-CNM-CSIC, Borja Sepúlveda, aseguró que “la colaboración de este proyecto con el CSIC consistió en la fabricación de las matrices de emisores con forma cónica y una altura de cientos de micras y, por otro lado, en demostrar la posibilidad de la nanoestructuración de esta superficie tridimensional para permitir el control del régimen de operación de los emisores, gracias al control del flujo de propelente a los mismos”.

(SERVIMEDIA)
17 Ene 2023
ABG/gja