Salud y medio ambiente

El confinamiento en la primera ola de covid-19 evitó más de 800 muertes por contaminación en Europa

MADRID
SERVIMEDIA

Las duras medidas de confinamiento impuestas al inicio de la pandemia de la covid-19 y coincidiendo con la primera ola del coronavirus pudieron evitar más de 800 muertes en Europa gracias a las mejoras en la calidad del aire, ya que las restricciones asociadas a los viajes por carretera redujeron las concentraciones de dióxido de nitrógeno (NO2) y los fallecimientos asociados.

Así se explica en una investigación dirigida por la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres (Reino Unido) junto a colegas del Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus (CAMS, por sus siglas en inglés), financiada por el Centro de Europeo de Predicciones Meteorológicas a Plazo Medio (Ecmwf, en inglés) y publicada este miércoles en la revista 'Scientific Reports'.

El estudio comparó las políticas gubernamentales de 47 ciudades europeas entre febrero y julio de 2020, y analizó los cambios en los niveles de contaminación y el número relacionado de muertes evitadas durante la primera ola de la pandemia de covid-19.

Esas medidas gubernamentales, como el cierre de escuelas y lugares de trabajo, la cancelación de eventos públicos y la obligación de quedarse en casa, tuvieron el efecto más fuerte en la reducción de los niveles de NO2, lo que se asocia con una reducción del transporte por carretera y la movilidad local. Las ciudades españolas, francesas e italianas tuvieron la mayor disminución de dióxido de nitrógeno (entre un 50% y un 60%) durante el periodo de estudio.

Si bien hubo fuertes disminuciones en NO2, los niveles de material particulado fino PM2.5 y PM10 se redujeron más modestamente, ya que también son producidos por fuentes naturales (incendios y polvo) y otras fuentes de emisión como actividades residenciales, que aumentaron levemente durante los confinamientos.

"El confinamiento durante la primera ola de la pandemia de covid-19 creó inmensos costes sociales y de salud. Sin embargo, ha ofrecido condiciones únicas para investigar los efectos potenciales de políticas estrictas para reducir los niveles de contaminación en las zonas urbanas. Este 'experimento natural' nos ha dado una idea de cómo se puede mejorar la calidad del aire mediante medidas drásticas de salud pública que serían difíciles de implementar en tiempos normales. La información puede ser importante para diseñar políticas efectivas para abordar el problema de la contaminación en nuestras ciudades", explica Antonio Gasparrini, profesor de bioestadística y epidemiología en la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres.

PARÍS, LONDRES, BARCELONA Y MILÁN

El CAMS proporcionó los datos a nivel de superficie para la investigación gracias a un conjunto de modelos regionales de calidad del aire. Esto permitió al equipo comparar las concentraciones de los principales contaminantes del aire con dos escenarios de emisiones, uno correspondiente a condiciones normales y el otro a una estimación detallada de las emisiones resultantes de las medidas gubernamentales reales tomadas durante el primer confinamiento, variando para cada país, cada día y para cada uno de los principales sectores de actividad (tráfico, industria, etc.).

En cuanto al NO2, los autores apuntan que se evitaron 485,5 muertes en comparación con 2.572,9 fallecimientos previstos bajo un escenario normal. Entre todos los contaminantes, se evitó más de 800 muertes gracias a la mejora de la calidad del aire por las medidas gubernamentales adoptadas para limitar la propagación del virus SARS-Cov-2. París, Londres, Barcelona y Milán se encuentran entre las seis ciudades principales con el mayor número de fallecimientos evitados.

Aunque todas las ciudades experimentaron un ligero aumento en los niveles de contaminación del aire tras la fuerte disminución en marzo y abril de 2020, los niveles se mantuvieron por debajo de las estimaciones del escenario habitual durante todo el periodo estudiado. Las restricciones a los viajes internos e internacionales mostraron un impacto menor en los niveles de contaminación local.

"Las políticas gubernamentales decididas durante la primavera y principios del verano de 2020 nos brindaron una oportunidad única de estudiar un escenario de la 'vida real' con niveles más bajos de contaminación del aire", recalca Rochelle Schneider, profesora asistente honoraria en ciencia de datos geoespaciales en la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, y científica visitante en el Ecmwf.

El director del CAMS, Vincent-Henri Peuch, apunta que el conjunto de modelos múltiples del Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus empleado para el estudio ha permitido generar un conjunto de datos que "no tiene equivalente en el mundo".

(SERVIMEDIA)
26 Ene 2022
MGR/clc