Ciencia

Los primeros agricultores tomaron prestados genes de cazadores-recolectores para combatir enfermedades

MADRID
SERVIMEDIA

Los primeros agricultores de la Edad de Piedra se mudaron hace unos 8.000 años desde Oriente Próximo hacia Europa, donde comenzaron a mezclarse con poblaciones de cazadores-recolectores para adquirir inmunidad adaptativa y sobrevivir a enfermedades.

Así lo sugieren cuatro investigadores de instituciones de Estados Unidos o Reino Unido en un estudio publicado este jueves en la revista ‘Current Biology’. Los autores sugieren que la mezcla entre los dos grupos dio como resultado mosaicos de variación genética sobre los que actuó la selección natural, un proceso a través del cual todos los organismos, incluidos los humanos, se adaptan y cambian con el tiempo.

Los cambios en los genes de inmunidad aparecieron en la región del complejo principal de histocompatibilidad (CMH), un grupo de genes que codifican proteínas de superficie en las células y ayudan al sistema inmunológico a reconocer patógenos. Los investigadores también detectaron más ascendencia campesina en un gen llamado SLC24A5, que está involucrado en la pigmentación de la piel.

“Esto nos dice que estas regiones del genoma estaban experimentando una selección natural”, apunta Tom Davy, del Laboratorio de Genómica Antigua del Instituto Francis Crick (Reino Unido). "Las variantes genéticas predominantemente llevadas por cazadores-recolectores en la región del CMH y por agricultores en SLC25A5 aumentaron en frecuencia en la población descendiente".

En los últimos años, el estudio de genomas antiguos ha permitido a los científicos viajar esencialmente en el tiempo para rastrear la evolución de los humanos y otros organismos. Mientras que la mayoría de los estudios de ADN antiguo se han centrado en cuestiones arqueológicas, Davy y Pontus Skoglund, en el Instituto Francis Crick, e Iain Mathieson y sus colegas de la Universidad de Pensilvania (Estados Unidos) se dieron cuenta de que la creciente disponibilidad de datos del genoma antiguo estandarizados y compartidos ahora permite nuevas preguntas sobre la selección natural y la adaptación humana en tiempos prehistóricos.

Los investigadores analizaron el ADN de todo el genoma de 677 individuos de la Europa mesolítica y neolítica. Su objetivo era buscar desviaciones de ascendencia en los genomas de individuos mezclados y probar si esas desviaciones parecían ser el resultado de la selección natural, en lugar de cambios aleatorios.

Anteriormente se pensaba que la transición a la agricultura estaba asociada con una mayor selección natural en las variantes de inmunidad, ya que las personas comenzaron a vivir más cerca de los animales y a comer más productos de origen animal. Esta investigación respalda este punto de vista, pero también muestra que la diversidad en los genes inmunitarios puede ser tan importante como la adaptación al estilo de vida.

INMUNIDAD

Aunque otros factores pueden haber estado en juego, el hallazgo destaca la función inmune como un objetivo principal de la selección natural en las poblaciones de finales de la Edad de Piedra. Los investigadores indican que la mayor representación inmune de los cazadores-recolectores les sorprendió.

“Una idea de larga duración es que los estilos de vida agrícolas impulsaron la adaptación inmune debido a asentamientos más densos, nuevas dietas y proximidad al ganado”, recalca Skoglund. “Cuando los grupos agrícolas se expandieron desde Oriente Próximo a Europa y se mezclaron con cazadores-recolectores locales, la predicción natural sería que los genes de inmunidad de los agricultores se adaptarían mejor al estilo de vida agrícola y, por lo tanto, serían seleccionados”.

“Sin embargo, vemos lo contrario, que la ascendencia de cazadores-recolectores se enriquece en el locus de inmunidad CMH. Esto podría deberse, por ejemplo, a que los cazadores-recolectores ya estaban adaptados a los patógenos que se encuentran en Europa, o podría ser el resultado de una selección natural que favorece la diversidad en los genes de inmunidad”, subraya.

En cuanto a los cambios en la pigmentación, estudios anteriores también habían mostrado selección por razones que no se entienden completamente. “Una hipótesis es que la pigmentación de la piel más clara permitió a los agricultores sintetizar más vitamina D a partir de la radiación ultravioleta, mientras que los cazadores-recolectores pudieron obtener suficiente vitamina D de su dieta”, señala Mathieson.

(SERVIMEDIA)
23 Mar 2023
MGR/pai