Los agentes estarán presentes en ambas ciudades de forma simbólica, ya que los 3.000 guardias civiles que compondránla unidad marítima no comenzarán a trabajar a pleno rendimiento hasta el próximo año, como muy pronto.

Los recortes presupuestarios y la dificultad para ampliar en número la plantilla de la Benemérita han retrasado la entrada en funcionamiento de la Guardia Civil del Mar, que será una "policía marítima" encargada de poner orden, reprimir los delitos y velar por la ecología en las aguas jurisdiccionales españolas.

En un primer momento, dispondrá de cien embarcaciones, algunas de las cuales están atualmente en construcción en astilleros españoles. Otras, sin embargo, aún no tienen ni siquiera asignada una dotación económica.

Los guardias civiles del mar destinados en la Ciudad Condal controlarán y protegerán el puerto de Barcelona, en colaboración con la Armada, mientras que en el caso de Sevilla patrullarán por el río Guadalquivir, afirmó Corcuera.

El ministro reconoció que el problema de falta de agentes afecta también a la agrupación de Tráfico y, por ello, Interior tratará de aumentar l número de hombres en las fuerzas de seguridad del Estado.

El incremento de las plantillas provocará que los funcionarios destinados a tareas burocráticas o de servicios (reparación de vehículos, informática, oficinas, etc.) sean destinados a donde hagan falta.

Estas tareas, dijo Corcuera, serán asumidas de forma progresiva por personas o empresas civiles. En el caso de la reparación de vehículos, el servicio será encomendado a un consorcio de talleres.