La medida había sido solicitada por el fiscal jefe Anticorrupción, Alejando Luzón, que apreciaba riesgo de fuga y posibilidad de que el investigado pudiera destruir pruebas.

La Fiscalía coloca a Cerdán en el vértice de una organización criminal que se dedicaba a amañar adjudicaciones a cambio del cobro de mordidas y considera que puede tener escondido el dinero obtenido a través de estas actividades ilícitas.

Hacia las 13.50 de este lunes Cerdán se encontraba aún en dependencias del Tribunal Supremo a la espera de su traslado a la prisión de Soto del Real, la cárcel a la que normalmente se traslada a los presos preventivos. Podría salir en furgón policial directamente desde el alto tribunal o ser trasladado a los calabozos de la Audiencia Nacional, para después ser trasladado desde allí.