Trastornos del sueño

Los problemas de sueño en la mujer varían con los cambios hormonales

MADRID
SERVIMEDIA

Los problemas de sueño de la mujer difieren de los del hombre porque se relacionan con los distintos cambios hormonales que tiene el organismo femenino en el ciclo menstrual y a lo largo de las distintas etapas de la vida, según se puso de manifiesto en la Reunión de Invierno Áreas Separ, de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica.

Según informó este lunes la Separ, en la época de bebé hay más muertes súbitas entre los niños (60%) que entre las niñas (40%). Antes de llegar a la adolescencia, las niñas tienen más terrores nocturnos, mientras que los niños se despiertan más porque hay más prevalencia de enuresis.

En la adolescencia, las niñas se desarrollan antes que los niños. Pero, como les sucede a todos los adolescentes, en este periodo se suelen ir a dormir más tarde y, en consecuencia, se levantan más tarde. Necesitan dormir en torno a 10 horas y, para dormir un número correcto de horas, lo idóneo sería que el horario escolar matutino se iniciara más tarde, mientras que en la actualidad muchos centros de enseñanza secundaria comienzan las clases a las 8 horas de la mañana.

El déficit de sueño a esta edad se relaciona con problemas como el bajo rendimiento escolar, déficit de atención, la obesidad y el padecimiento de problemas metabólicos.

DIFERENTES ETAPAS DE LA VIDA

En la etapa de la mujer fértil, cuando comienza la menstruación, se han observado distintas situaciones. Durante el síndrome premenstrual, la mujer puede tener problemas de conciliación del sueño, lo que le produce más cansancio y somnolencia diurna.

Durante la gestación, los problemas de sueño varían en cada uno de los trimestres del embarazo. En el primer trimestre del embarazo, aumenta la hormona progesterona, lo que provoca un sueño más fragmentado y mayor somnolencia diurna. Además de tener esta somnolencia, este trimestre del embarazo se caracteriza por tener náuseas, vómitos y mayor cansancio. Todo ello provoca que la mujer tenga una mala calidad del sueño.

En el segundo trimestre, la mujer sufre la fragmentación del sueño, pero tiene una mejor calidad del sueño. Y, en el tercer trimestre del embarazo, entre el 75 y el 84% de las embarazadas tienen dificultades para dormir en este trimestre, por molestias físicas, necesidad de orinar por la noche, calambres y reflujo gastroesofágico.

En la lactancia, hay un aumento del sueño, que es más lento y profundo, debido al aumento de la prolactina, la hormona que se segrega durante este período. En la menopausia, una vez finalizada la etapa fértil de la mujer, se inicia un período que se caracteriza por cambios físicos y emocionales muy importantes y en el que no todas las mujeres tienen los mismos síntomas.

MENOPAUSIA

El 20% de las mujeres son asintomáticas y el 80% sintomáticas, pero no todas con el mismo grado de gravedad. Además de los sofocos y sudoraciones, las mujeres que entran en la menopausia pueden tener trastornos del sueño, del estado de ánimo, problemas genitourinarios, sequedad y disfunción sexual.

En la vejez, las mujeres tienen un riesgo más alto de padecer insomnio que los hombres y hay que recordar que el sueño es fundamental para un envejecimiento saludable. La falta de sueño en personas mayores aumenta las enfermedades cardiovasculares, los trastornos metabólicos, y el deterioro cognitivo.

Las enfermedades más habituales del sueño en la mujer son la apnea del sueño, el insomnio y el síndrome de piernas inquietas.

(SERVIMEDIA)
18 Jul 2022
ABG/gja