Infancia

Los programas de transferencias monetarias condicionadas han evitado 739.139 muertes infantiles en América Latina

- Extenderlos podría evitar 150.000 muertes infantiles adicionales de aquí a 2030, según un estudio del Instituto de Salud Global de Barcelona

MADRID
SERVIMEDIA

En las últimas dos décadas, los programas de transferencias monetarias condicionadas (TMC) -usados por los países de América Latina y el Caribe para apoyar a las familias que viven en situación de pobreza- han permitido reducir en un 24% la mortalidad infantil en Brasil, México y Ecuador, lo que equivale a más de 700.000 muertes infantiles evitadas, en concreto 739.139.

Así lo pone de manifiesto un estudio de evaluación de impacto liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por la Fundación "la Caixa", cuyos resultados, publicados en la revista 'JAMA Network Open', muestran también que la ampliación de estos programas “podría salvar más de 150.000 vidas al mitigar los efectos de la actual crisis económica”, según precisó este viernes el ISGlobal en un comunicado.

Tras recordar que estos programas son una de las políticas de reducción de la pobreza “más consolidadas” y que se diseñaron para “romper el ciclo de la pobreza mediante la entrega de dinero a familias de bajos ingresos a cambio de cumplir con ciertos requisitos de salud y educación para sus hijos”, el centro explicó que actualmente existen 30 programas de este tipo en América Latina, una de las regiones con las “mayores desigualdades” en ingresos y salud del mundo.

A este respecto, el investigador de ISGlobal Davide Rasella subrayó que “ciertos” países han documentado “diversos beneficios para la salud” de estos programas, pero no había “evidencia de su impacto en todos los países y durante el actual periodo de múltiples crisis globales".

En este contexto, un equipo internacional coordinado por Rasella evaluó el impacto en salud de estos programas en los últimos 20 años y pronosticó su impacto futuro, y para ello relacionó la cobertura de las TMC con datos sanitarios y socioeconómicos de 4.882 municipios en México, que lanzó el primer programa nacional de TMC (Progreso) en 1997; Brasil, que tiene el mayor programa del mundo (Bolsa Familia); y Ecuador, cuyo Bono de Desarrollo Humano es el más costoso en porcentaje del producto interior bruto.

MUERTES EVITADAS DE 2000 A 2019

El análisis retrospectivo mostró que, entre 2000 y 2019, en los municipios con cobertura “consolidada” del programa, la mortalidad de niños menores de cinco años se redujo un 24%, lo que corresponde a 739.919 muertes infantiles evitadas en los tres países durante ese período.

Además, según los investigadores, cuanto mayor es la cobertura de las TMC, “mayor es el impacto sobre la mortalidad y la hospitalización infantil”, especialmente en el caso de enfermedades “relacionadas con la pobreza”, como la malnutrición, la diarrea, la tuberculosis, el VIH/sida, las infecciones respiratorias y la malaria.

"Creemos que este efecto se debe, sobre todo, a unas mejores condiciones socioeconómicas, como una mejor nutrición y vivienda, más que al uso de servicios sanitarios básicos", afirmó a este respecto la investigadora de la Universidad Federal de Bahía y primera autora del estudio, Daniella Medeiros.

FUTURO

De cara al futuro, el equipo investigador consideró tres posibles escenarios de crisis económica, a corto, medio y largo plazo, y tres “respuestas alternativas” en términos de cobertura de las TMC: mitigación, situación de referencia y austeridad fiscal.

En el escenario de “crisis media”, la mitigación, esto es, la ampliación de la cobertura para incluir a los "nuevos" pobres, reduciría la mortalidad infantil hasta en un 17% y evitaría 153.601 muertes infantiles en los tres países para 2030, según los investigadores, que se mostraron convencidos de que "expandir rápidamente los programas de TMC durante las crisis económicas es, por tanto, una política eficaz para mitigar el impacto sanitario y salvar vidas infantiles”.

En este sentido, Rasella puntualizó que la pobreza “sigue siendo uno de los principales motores de enfermedad y muerte en los países de renta baja y media”. “A veces nos centramos en otros factores de riesgo y pasamos por alto su papel principal, cuando es un determinante sobre el que podemos actuar eficazmente desde múltiples perspectivas", concluyó.

(SERVIMEDIA)
14 Jul 2023
MJR/clc