El decreto incorpora al ordenamiento jurídico español una directiva comunitaria. El real decreto añade dos nuevos anexos que incorporan la lista de plaguicidas que no podrán utilizarse en los productos destinados a la elaboración de preparados para lactantes y preparados de continuación, así como los límites máximos de residuos de plaguicidas que pueden encontrarse en los productos finales.

Los productos alimenticios que no se ajusten a lo establecido en este real decreto, pero que cumplan lo ispuesto en la normativa vigente con anterioridad a la fecha de su entrada en vigor, podrán ser comercializados hasta el 6 de marzo de 2005.