Martorell explicó a Servimedia que Pérez Pérez fue rechazado en Barajas al no llevar dinero sufiiente para su estancia prevista de dos meses y no tener una carta de invitación de la Iglesia de Cristo, con la que iba a colaborar en su centro de Albacete.

Añadió que la congregación envío rápidamente una carta de invitación de Pérez a la Policía, pero que ésta no la tuvo en cuenta ya que seguía sin contar con dinero suficiente para su estancia en España, por lo que el súbdito venezolano fue devuelto a su país.

En su opinión, se ha producido una "discriminación" por ser religioso protestante, "orque si hubiera venido vestido como un sacerdote hubiera pasado sin ningún problema". "Si hubiera venido vestido de sacerdote seguro que pasa (el control de frontera)", reiteró.

En la misma línea que Martorell, Pedro Tarquis, presidente de la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España, dijo a Servimedia que "si hubiera sido un misionero católico, evidentemente, nunca nadie le hubiera puesto tantas pegas".