En un encuentro organizado por la Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP), Marín resaltó que la modernización es "irreversible", porque la Cámara Baja no puede seguir trabajando con "carretillas de papeles" cuando todas las administraciones emplean ya soportes informáticos.

Los diputados tendrán la posibilidad de acceder al "intranet" del Congreso y de su grupo desde su propio escaño, consultar iniciativas, formular enmiendas y negociar con otros parlamentarios a través de la Red. Para ello, dispondrán de asesores informáticos y de cursos gratuitos, ya que algunos han manifestado sus dificultades para adaptarse al nuevo sistema.

El Hemiciclo ya está levantado para introducir bajo los escaños la fibra óptica e instalaciones informáticas necesarias para hacer realidad el trabajo "sin papeles", con el fin de que en septiembre los diputados ya puedan trabajar con las nuevas tecnologías.

Marín explicó las dificultades para emprender esta modernización, ya que Patrimonio debe fiscalizar cada cambio que se realiza en un edificio en el que "deben respetarse las tradiciones".

RUTINAS ABSURDAS

No obstante, recalcó que también hay que evitar, "con tranquilidad pero con mucha firmeza, las rutinas artificiales, artificiosas y absurdas" que dificultan el trabajo. En este sentido, el presidente del Congreso avanzó que la Cámara va a deshacerse de la "cacharrería" acumulada durante años.

Con todo, confió en que el Congreso esté preparado para el curso que viene y deje atrás la propensión a "los problemas por los problemas y la bronca por la bronca", aunque le acusen de crear un parlamentarismo "aburrido" y poco propicio a la "vidilla".

Preguntado sobre la polémica por el uso de las lenguas, denunció el intento de "escenografiar" la política y lamentó que se haya planteado la flexibilidad como "una batalla ideológica" en la que el Congreso tenía que ser "derrotado". "Por ese camino, nada", dijo.

Concluyó que le ha costado mantener dos fronteras fundamentales en un presidente del Congreso: "Nunca ser una marioneta en manos del Gobierno y el grupo parlamentario que lo apoya", pero tampoco "un muñeco de feria al que la oposición se pasa todo el día tirando pelotazos a la cara". Al considerar que esta es la actuación correcta, anunció que tratará de continuar por esa vía.