Bono hizo un sólido discurso en que desgranó sus propuestas de organización interna y de proyección social. Abogó por construir "un partido que funcione" y ue "deje de mirarse el obligo" en el que todos sus mimbros "rememos en la misma dirección y sin pereza".

"El PP", dijo, "no puede ganarnos porque sus afiliados o dirigente trabajen más que nosotros o tengan más entisiasmo que nosotros. Esa realidad no puede compensarse con ningún departamento de ideas geniales. O cambiamos o nadie nos salvará de ser derrotados una y otra vez".

El candidato que parte como favorito, instó al 35 Congreso a abordar las transformaciones internas pendientes, tales comola implantación de primarias, la limitación de mandatos o las listas abiertas, lo antes posible, pero sin permitir la adopción de ninguna medida que "nos debilite antes nuestros adversarios".

Sutilmente criticó a sus tres competidores para conseguir la secretaría general. Explicó que "no siempre es mejor navegante el que más olas provoca sino el que llega ante a puerto y sabe a que puerto hay que llegar", en referencia aquienes están criticando el proceso precongresual y el desarrollo del propio congrso.

Frente a quienes defienden como su mayor valor el cambio y la renovación que representan en la organización, se presentó avalado por sus 17 años de gobierno en Castilla-La Mancha y se preguntó si el PSOE ha llegado a una situación en que "tenemos que pedir perdón por ganar".

Atacó igualmente a los "guardianes del RH ideológico" por entender que promueven las rencillas internas sin centrarse en recuperar el contacto con la calle, cuya pérdida fue el inicio de la paulatina pérdida de apoyo elecoral del PSOE, y abogó por "que se acaben los discursos de madera de quienes no pudiendo ser profundos son confusos".

A todos ellos y en general a todo el partido, les garantizó que podrán expresarse en libertad y debatir en profundidad en los órganos pertinentes pero les advirtió que una vez tomada una deicisión deberá ser asumida y defendida sin fisuras por todos.

Se compromerió a ir en todo momento en primera fila a la cabeza del partido y a responder de sus errores porque "perder elecciones n puede ser un billetes de vacaciones para cuatro años".

Igualmente aseguró que no irá "contra nadie" ni considerará "una afrenta" o "una frustración" perder ante cualquier otro candidato que opta a la secretaría general. "Mi única frustración sería no ganar al PP", aseguró.

Por ello, se dirigió a sus rivales Matilde Fernández, Rosa Díez y José Luis Rodríguez Zapatero a los que aseguró que si resulta elegido quiere contar con su apoyo porque "lo voy a necesitar" y les ofreció, en caso de derrota, u trabajo y apoyo "entusiasta".

Bono se definió como "un hombre de partido" que opta a la secretaría general animado por un "sentimiento de rebeldía" ante la idea de "tener que esperar ocho años para ganar las elecciones".

"Ocho años de gobierno de la derecha son demasiados y debemos poder decirle desde este Congreso al PP que no se preocupe tanto por la sucesión de Aznar porque el sucesor de Aznar en La Moncloa será un socialista", dijo.

Aseguró que no se siente participante en "un experimeto divertido" sinoque quiere llevar al PSOE a una victoria basada en "una idea y un sentimiento de España" que signifique "más autonomía y más España" a la vez, y que no permita al PP decir con credibilidad que el Partido Socialista tiene 17 proyectos para España.

Se manifestó a favor de un proyecto federalista en este sentido, aunque aseguró que en su propuesta no tienen importancia las denominaciones. Prometió una "auténtica oposición" y recorrer España "de cabo a rabo" en "traje de faena" y no haer nunca lo que hizo el PP: "derribar el edificio con tal de quedarse con el solar".

En este sentido, comprometió la lealtad del PSOE al Gobierno en materia de terrorismo y de contrucción del Estado y expresó su radical defensa de la igualdad y la justicia.

En su discruso tuvo palabras de reconocimiento a los gobiernos socialistas de Felipe González, aunque puntualizó que los ciudadanos "no nos van a votar por lo que hicimos. Los gobiernos de Felipe González son nuestro aval pero no pueden ser nustro programa".

Dirigiendose a González que estaba en primera fila, dijo que es su figura es "patrimonio de toda España" y sólo del PSOE, y por ello insistió en que quire ser secretario general "sin ninguna palabra que te falte al respeto, pero tampoco con palabras que sirvan de adulación".